SERVICIOS SOCIALES PARA TODOS Y TODAS. NO A LOS RECORTES

30 enero 2011

NUESTRA AMIGA CAROLINA.


El Corte Inglés. Un calor de caerse muerto por la jodida manía que tienen en este centro y en muchos otros de hacernos perder la consciencia nada más cruzar sus puertas. Un chaval de menos de veinte años vestido de modernito con un gorro de esos que llevan ahora tanto los perrosflauta como los pijos de enciclopedia hechos de lana y que te cubren las orejas. Si, uno de esos que parecen un souvenir del Tíbet. El chaval, con un seseo que daban ganas de graparle la boca le espeta a una dependienta “¿Sabes donde está Carolina?”.

- ¿Perdona?- Le contesta sorprendida la muchacha en medio del proceso de doblar una camisa.


- Si, Carolina Herrera…

Hay que ser muy tonto del ciruelo, y no morir acomplejado para hacer semejante pregunta. Pues mira bonito, estará con sus amigos Kalvin, Adolfo, Giorgio y Tommy tomando un té y jugando al bridge. Que digo yo que preguntado así será porqué el chico en cuestión es amigo de la familia Herrera porqué sino no me lo explico. Una persona muy maja que conozco le dijo una vez a mi hermano que estaba muy bien eso de que cada uno pensara lo que le saliera de los güevos, si, libertad de pensamiento ante todo, pero que lo que debería estar castigado a veces era verbalizar eso que pensamos. Castigado severamente. Y lo suscribo. No porqué censure el hecho de que el chaval quiera ir a ver, comprar, tocar o lo que coño quiera hacer con las prendas de su amiga Carolina, sino porque si vas por la vida así te van a caer por todos lados en cuanto salgas de la micro burbuja de niño pijo en la que posiblemente te han instalado tus padres. Y si, hay vida más allá de tu gorro ese de lana que te debía estar licuando el cerebro, más allá de Carolina y más allá de la tontuna que llevas a cuestas.

Inténtalo chaval, intenta salir a dar una vuelta por el mundo real. Igual te gusta.

1 comentario:

jairo F.Quindós dijo...

Madre mia, pijoterismo a tope, que razón llevas... en fin baños de realidad no faltan por este mundo que no vemos lo que no queremos...