SERVICIOS SOCIALES PARA TODOS Y TODAS. NO A LOS RECORTES

29 junio 2006

MÁRTIRES A LA INTEMPERIE.


Son esclavos de la calle. Se les ve entre cartones o con ellos en la mano, se les oye y se les huele, pero no se les toca. Vagan sin rumbo o con él incierto. Piden, o no. Se arrastran por unas calles que les abre camino, hacia nada, hacia otro día sin resguardo, hacia otra brecha sin apoyo, hacia otra calle que les ve pasar. Sienten y sufren, gozan, ríen, lloran, siempre entre sus escasos enseres, una virgen, una cajita, un cartel escrito con faltas de ortografía y letras desiguales.

El tiempo pasa sin hacerlo, lo riegan, lo matan, se despiden de una vida que les fue robada o de la que se desprendieron entregándose a las galeras del ocaso. Ahora vagan, transitan, observan, nos hablan sin palabras que nosotros no escuchamos, no vemos. Ellos son así, con sus glorias pasadas quizás y sus miserias que engullen un consciente que les mantiene despiertos mientras las raíces del adiós trepan cuerpo arriba. Un día no estarán, estarán otros, con sus vidas en una caja de recuerdos, y serán invisibles en una calle transitada, aunque no faltarán a la cita con la melancolía recordando que fueron un día lo que hoy no vemos, diluido todo en el fondo de ese abismo rojo.

22 junio 2006

SOBRE HORMIGAS Y OTRAS DISQUISICIONES.


Acabo de matar una hormiga. Justo cuando le he puesto mi pie encima me he preguntado porqué lo he hecho. Parece una estupidez propia de alguien con mucho tiempo libre, y a decir verdad lo es. Era pequeña, diminuta, lo que viene a ser una hormiga. Probablemente iba a lo suyo, a por algo de comida (más que nada por la hora) para comer en familia y echarse una placentera siesta una vez terminada la agradable sobremesa a la sombra del hormiguero. Quizás tuviera planes para esta tarde, no se, ir de aventura a alguna maceta próxima, o a recoger las migas que dejan los niños después de la merienda en el parque. Teniendo en cuenta que están terminando las clases, esta noche hubiera quedado con sus amiguetes, noche de verano, mañana San Juan. ¿Saltarán las hormigas la hoguera? Prefiero pensar que no, porque entonces a ésta le he jodido el plan. Que mal rollo. A ver quien le dice ahora a mamá y papá hormiga que un energúmeno con pintas ha aplastado a su hijita porqué si, gratis. No se que me ha pasado, me he dejado llevar por un arranque de violencia inusitada y he pisoteado a la pobre hormiga. ¿Y si me he cargado a una hormiga predestinada a hacer algo grande? No se, un Nóbel de la medicina de las hormigas o algo así. A lo mejor despuntaba en algún deporte, lanzamiento de martillo o ajedrez. Quizás era la sucesora de mi admirada Hormiga Atómica… Bueno, he pisado una hormiga, ya está, seguro que vendrán otras generaciones a ocupar su lugar (aunque a tenor del tamaño, creo que las nuevas generaciones era ella). Miraré si todavía estás pegada a la suela de mi playera; en cualquier caso espero que no hayas sufrido. Ciao bonita.

20 junio 2006

TXAPOTE Y AMAIA


Txapote y Amaia. Ayer empezó vuestro juicio. Suerte tenéis de vivir en democracia. A veces pienso que suerte tenéis de que seamos gilipollas. El Estado de Derecho que se gesta en estas tierras que tanto os oprimen, las libertades que se garantizan por estos lares, la presunción de inocencia de la que tanto nos orgullecemos, hace que no se os pueda dar boleto por la via rápida, pin pan pum, y a tomar por saco, que es lo que os merecéis. Los dos. Creo que sois novietes, la verdad es que no acabo de entenderlo, porque la gente sin corazón no puede amar; será el odio y el rencor nazi que os corroe por dentro lo que os une. El delirio de grandeza de pensar en una patria obsoleta, tan vil, ruin y excluyente como la que anhelan los sectores más recalcitrantes de esa derechona rancia que se refugia en la Constitución. Pero ellos ya no matan.

Vosotros sois cobardes y jugáis con las vidas ajenas a sabiendas de que nosotros no haremos lo mismo. Nunca buscaremos la ikastola a la que va vuestra hijita, ni el trabajo de vuestros padres, horarios, rutas... No, aunque a veces el hastío producto de tanta ostia hace que a uno le gustara pensar como un desalmado, y coger al fruto de vuestro rencor, o a vuestra madre, atarla a un árbol y daros 24 horas para declarar, confesar, para pedir perdón y conseguir que os lo concedan, y si no puerta al vástago. No sois capaces de imaginar ni siquiera de cerca el dolor que podéis llegar a infligir. Si por una vez fuerais conscientes y después mirarais a vuestra hija a los ojos, os descerrajaríais un tiro en vuestra nuca, esa punto que tanto habéis buscado en otros. La gente os grita en las manifestaciones “¡ETA aquí tienes mi nuca!”, pues la mía no la tenéis no, ni ahora ni nunca, si queréis la de alguien poneos una espejo delante de la cara y otro detrás, a ver si así atináis. Cabrones.

19 junio 2006

FURIA ESSSPAÑOLA, OSSSEA


No puedo evitarlo. Estoy deseandito que le endiñen un cincocero a España esta noche. Se que no voy a hacer amigos con ello pero me la trae al pairo. Somos un país mediocre, cutre, orgulloso hasta límites sicóticos y con una vanidad que sonroja. Yo no entiendo de fútbol, creo haberlo dejado claro alguna vez, pero me fascina la capacidad mutante de esta selección que era un bodrio dos días antes del partido contra Ucrania, y al día siguiente era la reencarnación de dios en la tierra, la leche, el orgullo patrio, de lo bueno lo mejor de lo mejor lo superior, caprice de dieux… Somos gilipollas. Y así nos va.

Jo, tío, que negativo eres, osssea, hay que ser positivos, hay que tener ilussssión que si gana España ganamossss todos ¿sabes?. No quiero faltar, pero me parto tanto la caja que se me han desencajado las cejas. A ver si nos acostumbramos a decir selección española y no España, que no es lo mismo; once tíos con sus pantaloncitos cortos detrás de un balón es una selección nacional o de conjunto de naciones o de lo que sea, y España es… pues eso, que no es lo mismo. Y cuando gana esssspaña no ganamos todos. Vaya, yo por lo menos no, yo gano cuando mi hijo es feliz, cuando veo que un chaval de 27 años corre terraplen abajo para sacar a un conductor de su camión en llamas, cuando un tío que lo tiene todo se entrega al sueño de su vida, cuando el estado de sión deja de masacrar a civiles palestinos, cuando crece una flor, cuando veo una sonrisa, cuando huelo el polvo mojado. No me digas que ganamos todos cuando España gana porque poto.

Me parece fantástico que te emociones con el fútbol, que rías y llores, que se te ericen lo pelos del bigote cuando tu equipo marca un gol. Pero a mí ni me emociona ni me gusta. Eso si, esta noche veré el partido, y esperaré ansioso que le caiga uno tras otro al equipo español, pum, pum, pum, y a tomar por saco, todos a la cama que mañana se curra, temprano, cansados, quemados, no como los once señoritos que se corren las bandas y se dan masajitos a tu costa, a costa de todos nosotros, porque ganen o pierdan siempre son los mismos los que salen bien parados…ellos.

16 junio 2006

RESURRECCIÓN

LA FOTO DE ESTA ENTRADA HA SIDO RETIRADA POR EXPRESO DESEO DE LA MADRE DE MI HIJO.


Siento que mi alma se encuentra perdida
que se junta la noche y el día

Siento que si te veo
terremotos recorren todo mi cuerpo

Haces que se vaya mi melancolía
me devuelves de nuevo a la vida

Antes de llegar siquiera a conocerte
mucho antes ya te quería
como algo inalcanzable
así así así así te quería

Haces que se vaya mi melancolía
me devuelves de nuevo a la vida
tu haces que se vaya mi melancolía
me devuelves de nuevo a la vida

Quiero un mundo nuevo
mi corazón no lo compra el dinero
quiero palmas que acompañen a mi alma

Haces que se vaya mi melancolía
me devuelves de nuevo a la vida
tu haces que se vaya mi melancolía
me devuelves de nuevo a la vida
me devuelves de nuevo a la vida

Resurrección



Letra de "Resurrección" de Amaral.- Pájaros en la Cabeza.

13 junio 2006

CAVERNÍCOLAS

















El sábado pasado estuvimos en la cueva del Reguerillo en Patones. Cuatro horas de ruta por una cueva bonita sin mucha dificultad (alguna que otra estrechez excesiva para un claustrofóbico como yo y alguna subida con cuerdas, pero bien). Solo hay una cosa que me soliviantó, y es que la cueva está llena de pintadas, y no me refiero a pinturas prehistóricas, no, me refiero a grafitis cerdos hechos por idem. Una pena. En cualquier caso recomiendo esta excursión a todos los que os guste el tema. No os olvideis de ir bien preparados: casco, carburo y cuerdas, y siempre ir con alguien que conozca la cueva ya que hay muchos pasadizos y podríais tener un disgusto.




TODO


Amaneció temprano como siempre. Todo era igual que cada día. En aquella habitación acolchada y blanca el sol se colaba furtivo por la pequeña ventana que daba al exterior. Sol. El sol estaba fuera, yo dentro, y dentro de mi había otra llama, ésta no era furtiva, estaba aplacada entre grilletes. Los grilletes me pesan como lo hace la vida, y el hilo de sol me refresca con su suave caricia.

El silencio era el de siempre, sencillo y cruel, nada. El espeso cristal de la ventana no permitía escuchar el ruido de la vida que bullía en el exterior. Sabía que fuera estaba Todo. Todo es difícil de definir. Acaso se quiere o se tiene pero a la larga se pierde, o no. Un día creo que lo tuve. Tuve Todo. O eso creí. Escucho, nada.

La cama intacta me hizo pensar que no había dormido en ella, pero ¿acaso no había dormido? El sueño era el de siempre, aunque no era natural formaba parte presente y permanente de mi vida. Los párpados me pesaban en un intento de echar el cierre a una realidad que me asustaba. El sol hacía que volviera a abrir mis expectativas al mundo, al blanco mullido que me rodeaba. Me vencía y al caer un suave acolchado me mecía en la caída. Ese tacto era reconfortante, cada día, distinto, era igual. Apoyo mi cara cada día para hacerme acariciar por unas manos artificiales que me consuelan. Quisiera las de verdad, las mías no eran libres, me daban siempre la espalda salvo para comer.

La comida de aquí es miserable. Todo sabe mal, cada día, siempre. No eliges, no puedes. La traen con ese vasito lleno de colores y vigilan que comas el crisol que te rinde al sueño. La comida no importa. Solo quieren verte dormido. Los sabores se confunden según pasan los días. O intentas confundirlos, mezclarlos en tu interior para que no sea igual cada día. Es la imaginación la que mueve el pequeño mundo blanco y artificialmente inmaculado de mi vida.

Incluso la imaginación aquí dentro no es libre. Dualidad de cadenas y libertad. Aturdida por el pequeño espacio que ronda alrededor. Expandida por la luz, por la posibilidad de una vida exterior. Ese cerrojo echado tres veces al día que franquea el paso de mi vida a la Vida.

En cambio esta mañana algo me resultó diferente. Me extrañó el cambio en una vida igual, monótona, plana. Era un olor. Fresco, jugoso, agradable. No podía mirar por la ventana, así que me dirigí a la espesa puerta de plomo que separaba mi realidad de Todo. Sin quererlo empujé la puerta y de forma inexplicable ésta se abrió. Como una gran cadena se dibujaba en el suelo una fina línea roja. No pasar. Nunca la franquee después de mi entrada aquí. Nunca pude imaginar que fuera tan difícil dar un paso por encima de una barrera imaginaria. Aún tardé unos minutos en arrastrar mi pie del otro lado de mi particular condena. Una vez a medio camino, pude respirar con más intensidad, y fue entonces cuando pude degustar los aromas que me habían invadido dentro. Eran flores, césped recién cortado… Sin saber muy bien por donde encontraría la entrada a esos olores, enfilé un largo pasillo blanco, tan blanco como la estancia que me había servido de hogar en los últimos años. No creo recordar cuantos. Estas paredes no estaban acolchadas, noté su aspereza mientras deslizaba mi mano a medida que avanzaba. La luz cambiaba, las bombillas del pasillo fallaban dando un punto frenético a la escena que pese a todo se desarrollaba entre la expectación y el sosiego. Luz, oscuridad, luz, oscuridad, luz…Mi olfato me guiaba mientras mis ojos escrutaban cada palmo del pasillo, para evitar ser descubierto en esta excursión, quizás evasión, furtiva. El silencio lo envolvía todo, eso no había cambiado. Las grandes puertas que daban al pasillo no dejaban salir muestras de lamento, temor, alegría o desesperación. Cada mundo era particular, cada uno estaba solo, dibujando siluetas de un mundo que cada vez se hacía más borroso. De pronto paré.

Una puerta como las otras, pero en esta vez una sutil diferencia hacía presagiar que el mundo que había soñado se encontraba del otro lado. Un resplandor de luz natural se colaba insistente por una rendija al nivel del suelo. El olor se hacía más fuerte. Yo seguía avanzando. Empujé la puerta. Una explosión de luz me inundó la cara. De pronto no veía nada, mis ojos habían olvidado lo vivaz del sol y me encontré sumido en la más absoluta oscuridad. Tarde unos segundos en acostumbrar, no solo mi vista, sino también mi olfato, mi corazón, mi ilusión…

Mi tacto. Según avanzaba comprendí que lo hacía descalzo, nunca antes me había dado cuenta. De pronto sentí la fresca caricia del césped bajo mis pies. Fui recobrando poco a poco la vista. Las imágenes aún eran borrosas pero se percibía la hermosa silueta del exterior. Paré unos instantes para gozar del tacto de la hierba. Olía a recién cortada, ese olor fresco que te llega dentro y hace que te sientas limpio. Cuando pude ver, descubrí un hermoso jardín de flores, ese era el olor que me había rescatado del olvido blanco y artificial. Entre todas ellas destacaba una gerbera roja, grande y alegre. Me acerqué para cogerla y llevarla conmigo, pero una lágrima limpia rodó por mi mejilla y calló al suelo junto al tallo. De pronto brotó una nueva flor. Una pequeña gerbera, aterciopelada y de aspecto frágil. Renuncié a llevarlas conmigo y fui testigo de cómo la pequeña flor creció hasta ponerse a la altura de la primera. Me sonreí mientras observaba el manto verde que se extendía más allá del horizonte, en una especie de camino sin fin, un camino hacia la vida. Volví a mirar de reojo a las flores, alcé la vista, y con paso firme y la emoción de emprender de nuevo mi viaje, mi vida, mi historia, empecé a andar hacia la línea que dibujaba el futuro. No volví a mirar atrás.


Este texto lo presenté a un concurso de relatos cortos. Se lo dedico a todos aquellos que aman, viven, arriesgan...


08 junio 2006

NO PUEDO CON ESOS TANGAS...


Hay cosas con las que no puedo. Con los políticos, las injusticias sociales, el hambre en el mundo, las guerras, los tangas asomando por los pantalones… Os podrá parecer una frivolidad esto último pero es que me supera… Soy una persona que suele vestir de manera informal, para mis padres en vez de informal la palabra adecuada sería andrajosa o algo similar, pero a lo que iba. Visto con mi uniforme camiseta-vaqueros y tengo tendencias exhibicionistas en cuanto a que suelo enseñar los calzoncillos, no por nada, sino porque al agacharme o estirarme se me ven. Tengo que reconocer que ni mi cuerpo ni mis calzoncillos son como para ir enseñándolo a diestro y siniestro, que se le va a hacer, cada cual tiene sus limitaciones. Me gusta esa estética, siempre que no sea una exageración; que asomen bragas o calzoncillos por encima de los pantalones.

Pero los pelos se me ponen como escarpias cuando veo esos finos cordoncillos que luchan por escapar del abrazo de vaquero por la parte trasera de muchas chicas de hoy. Esos minúsculos vaqueros de cintura bajísima que dejan escapar lo que a simple vista se adivinaría como unas bragas rotas. Puaj! No se si me debería despertar algún tipo de deseo carnal, pero de lo que me dan ganas es de pedir educadamente a la dueña de tan pequeña prenda que haga el favor de subirse los pantalones, no agacharse o ponerse una cómoda chilaba que disimule semejante espanto. No tengo nada contra el tanga en sí, de hecho mi única duda sería donde ponerle la pinza a la hora de tenderlos, lo que me produce desazón es ver su salida furtiva de donde debería permanecer, ahí, oculto, dentro de pantalón.
Mirad la foto, ¿no es horroroso?

PASO...


G. Bush inicia su particular cruzada contra los matrimonios homosexuales. No deja de ser paradójico que un menda al que le gusta tanto dar por culo esté en contra de las relaciones entre parejas del mismo sexo.

Paso de escribir, no estoy de humor, no me apetece…Como dijo aquel: A la mierda…