SERVICIOS SOCIALES PARA TODOS Y TODAS. NO A LOS RECORTES

27 junio 2010

DE CRUCEROS, TOROS DE OSBORNE Y VÓMITOS REPENTINOS


“Crucero Romántico. Las imágenes más tiernas y apasionadas de la pareja navegando por el Mediterráneo”. Página 37, revista Lecturas. Por razones que no vienen al caso y de las cuales prefiero ni hablar, esporádicamente entra en mi casa alguna de estas revistas que me producen acidez solo de pensar en ellas. El caso es que el otro día me puse a comer mientras mi vástago libraba una dura batalla con dos dragones en el sofá de casa. Furia Nocturna contra otro de cuyo nombre no logro acordarme. Había que verlos, pura pasión. Mientras yo daba cuenta del plato me puse a mirar las fotos del romántico crucero de Belén Esteban con su marido por el Mediterráneo. Para mear y no echar gota.

“Belén y Fran, ya en la cubierta del crucero, se disponen a tomar el sol en las tumbonas” ¡¡¡¡¡uuaaaauuuuu!!!!!! Te cagas, no leía algo tan interesante desde el libro rojo de Mao. El caso es que seguí leyendo las frases que acompañan a las fotos, no podía resistirme, me había metido en un frenesí de bajeza y cotilleo del que no podía escapar…

“Aunque el almuerzo pueda parecer algo contundente, la pareja compartió los dos platos. Belén además, dedicó especial atención a la fruta, una generosa ración de sandía” de lo que deduje que esta chica, fina donde las haya, nunca daría cuenta del otro plato, lleno de salchichas con patatas fritas… Que digo yo que si la llaman la princesa del pueblo, no estaría mal que comiera lo que comemos el populacho, c’est a dire, grasa y más grasa…. Porque lo he pensado y es verdad que es la princesa del pueblo…al fin y al cabo no hace ni el güevo y vive a costa de los demás ¿no se parece mucho a lo que hacen los príncipes, princesas, reyes y reinas?

Pero el no va más viene en la siguiente página, “Según ha reconocido el propio Fran, Belén ha dejado de tomar anticonceptivos. La pareja podría estar preparándose para darle un hermanito a Andrea muy pronto” todo esto con la terrible imagen de la torda Esteban en bikini encima del tal Fran, con una teta desparramándose por el lateral. Un asco vamos…A estas alturas yo ya no tenía ni hambre, Furia Nocturna había terminado con el otro dragonzuelo para júbilo de mi hijo, y si me descuidaba un poco iba a terminar con el tapizado del sofá….cuanta violencia…

Pero el colofón, el cojón de pato, para terminar el reportaje llegó en forma de foto de premio pullitzer. El Fran este con cara de tonto de baba, mirando al androide Esteba con un bikini plateado, primer plano de un culo con un toro de osborne tatuado (lo juro por una caña bien fría) y en la esquina de la foto “Mirada Pícara. Fran observa a Belén con una mirada pícara cuando ella se ajusta el biquini que acaba de estrenar. Por su mirada, no cabe duda de que cree que le sienta como un guante”. Yujúuuuuuu… vamos ya…deduzco varias cosas. Lo de la mirada pícara será a cuento de la cara de gilipollas que yo no se si es por las ganas que tiene de fabricar ese hermanito del que nos hablaban antes pero ya, o si está barajando la posibilidad de tirarse por la borda ante la perspectiva de meterse con eso en el camarote un rato después. Si esa es la cara que ponemos cuando los tíos rondamos a una pava, no me extraña que nos pongan excusas de mierda para no proceder al apareamiento…

Total, que como pasé de no tener hambre a sentir profundas nauseas, se ve que asociar bikini-mirada pícara-Belén Esteban- toro tatuado en culo no me sienta bien, de hecho esto último hizo que mi libido desapareciera sin aviso y temo que para siempre, desee con todas mis fuerzas que Furia Nocturna volara al Mediterráneo y lanzara un chorrazo de fuego contra el androide Esteban y su feliz esposo y los dejaran reducidos a cenizas. Entonces sacaría mi Lomocámara para inmortalizar el momento y pondría a pie de foto “Hay que ser muy gilipollas para dejarse pagar unas vacaciones por una revista para que todos se descojonen de ti, de tu cara de imbécil y tu culo tatuado. Ante semejante vergüenza, la pareja se inmoló en un acto de amor y solidaridad con la gente de bien.”.

23 junio 2010

¿ALGUNA COSITA MÁS?


El otro día estuve cortándome el pelo. En si puede parecer algo anodino, pero lo extraordinario reside en la fobia patológica que tengo a los peluqueros (y a los dentistas). El caso es que el perolo que tengo por testa no se la confío a nadie más que a Jonás, que es un chaval muy majo, estilista creo que se llaman ahora, que corta el pelo en un salón (que no peluquería) muy pijo de Madrid. Me cuesta un pastón, pero me lo ahorro en terapeuta.

Bueno. Antes de que Jonás se meta al lío, siempre me lava la cabeza alguna chiquilla aprendiz que pulula por el salón. Y la que me ha tocado esta vez se ha superado. Reproduzco a continuación la conversación que desencadenó la torda nada más sentarme en esa especie de bidet para cabezas:

- ¿está cómodo?- me dijo educadamente.
- Si, gracias.- no soy de mucho hablar en la peluquería.
- ¿la temperatura del agua está bien?
- Si, gracias.- reconozco que igual me estaba repitiendo un poco, pero tampoco daba más de si la conversación.
- ¿Qué champú le parece bien que utilice?- a tomar por saco… me dieron ganas de decirle que llevo veinte años lavándome el pelo con champús de mierda, baratos y envasados en grandes botellas de litro, y antes de que pudiera decirle “pues uno de carrefour me va bien” siguió ella….
- ¿Uno neutro le va bien?- por no dejar mis vergüenzas al descubierto y no saber ni que coño es un champú neutro ni cuales son las alternativas le dije que si, a sabiendas que si me hubiera preguntado si me podía lavar con cal viva, neutra, eso si, le hubiera contestado igualmente con una afirmación.
- Perfecto- Mi rapidez y agilidad mental me permitió variar un poco esta vez.

Después de esta breve pero provechosa conversación me entregué al sumo placer de que un ser humano restriegue sus dedos por mi cuero cabelludo. Disfruté exactamente tres segundos:

- ¿La presión de los dedos le va bien?

Reconozco que tanta precisión hizo que me empezara a mover entre dos polos opuestos. Por un lado me apetecía preguntarle si quería casarse conmigo y ser así de atenta todos y cada uno de los días de nuestra vida hasta que la muerte nos separara o que la muerte nos separara en ese preciso momento sin matrimonio previo. Por pesada.

- Estupenda. Graciaaaassssss.

Cierro los ojos. Sumo placer…

- Ahora le voy a hacer un masaje relajante…

Y digo yo, ¿no te puedes poner a hacerlo así en plan sorpresa sin avisar? Lo digo más que nada porque no paras de hablar hija, que vas a acabar por beber a morro del bidet este de la sequedad de boca que te va quedar tras tanto palique.
Ummm, ha merecido la pena…pedazo de masaje en el cabezón…me olvido de las pijas y sus seseos que me rodean…disfruto…

- ¿Qué tal?

Vamos a ver alma de cántaro, y con esto termino. Bien gracias. Gracias gracias gracias. Te agradezco enormemente todo lo que has hecho y estás haciendo, pero deja de preguntar. Entiendo que a la panda de pijas estiradas a las que habitualmente lavas la cabeza quieran que les preguntes si el volumen del chorro del agua les parece chuli chuli. Pero mírame, yo no soy como ellas, a mi me puedes lavar la cabeza, con agua a temperatura normal, yo que se, que no se me queden los párpados azules ni que se me caiga el cuero cabelludo abrasaico, lo normal. Me das el masaje, un beso en la frente y me mandas con mi querido Jonás a que me deje con estas pintas de pelón desorejado.

Pero por favor, no me preguntes más.

- ¿quiere una toallita para limpiarse el agua?

En fin…

16 junio 2010

Y SI...



El mes pasado presenté este relato a un certamen que organizaba RENFE. El requisito era que no debía exceder de 99 palabras. Y el tema “El tránsito, el viaje, el movimiento hacia un destino”. Ya se ha fallado, así que lo cuelgo aquí.

El recuerdo de aquella noche hacía pensar que había ocurrido. Pero ni siquiera así estaba seguro. El horizonte se alzaba en frente como una inmensa fortaleza lejana, como el final de un tránsito hacia alguna parte. O quizás hacia ninguna.

Y de pronto, sin apenas notar el suave vaivén que mecía mis recuerdos, escuché el timbre de la estación que anunciaba la llegada a mi destino. ¿Y si me la imaginé? Miré.

Bajo un paraguas rojo me devolvió la sonrisa que le regalé aquella noche. Entonces supe que había merecido la pena.

01 junio 2010

EN LA VICTORIA, PERO SOBRE TODO EN LA DERROTA, LEALTAD, PALABRA Y HONOR.


Puede que en el fondo no deje de ser un rasgo de inmadurez. Otra de esas regresiones en las que a veces me zambullo. Patria o muerte. Blanco o negro. Hay asuntos en los que no existen las medias tintas. Ni las dudas. “Lo lamento, pero somos un tercio español” le dijo el Capitán Alatriste a quien le ofrecía rendición para salvar la vida. Con dos cojones. Antes morimos juntos que separarnos humillados.

Y así es. Hay amigos que saben que si quieren algo de mi no tienen más que abrir la boca. No pediré explicaciones, no pediré nada a cambio, no juzgaré ni dudaré. No atenderé a razones, no buscaré lógicas, ni víctimas ni culpables. Si me lo piden, lo haré. Porque son mi reducto, mi guarida, mi vida, mi bandera. Ellos son los Míos. Siempre serán los Míos y siempre estaré a su lado.

Hace muchos años ya dejé en la estacada a uno de los Míos. Yo era pequeño, me pudo el miedo y eché a correr. Han pasado casi veinte años y aún me acuerdo de aquello. Cobarde. Con razón o no (me hubiera llovido la misma ración de hostias a mí) fui un cobarde. Y decidí que nunca más volvería a pasar. Nunca.

Tiene su guasa que termine copiando un texto del antiguo testamento, pero es que en la boda de mi hermano, a parte de una comida excelente, se leyó un texto de esos de ponerse de pie, invadir Gibraltar, de gritarle al mundo que si, que hemos vencido y que algún día, en mis cuentos, en mi cabeza, en mi orgullo o en mi vida, en ese espejo que me refleja aún imberbe, en esa fantasía de confianza ciega, quizás algún día me convierta en caballero, caballero leal, de palabra y honor. Y luche por y con los Míos, en la victoria o en la derrota, hasta la muerte.

‘¡No trates de hacer que te deje! Déjame ir contigo. Donde tú vayas, yo iré, y donde vivas, viviré. Tu pueblo será mi pueblo y tu Dios será mi Dios. Donde tú mueras, yo moriré, y allí me enterrarán”

Ruth 1:16-17