SERVICIOS SOCIALES PARA TODOS Y TODAS. NO A LOS RECORTES

08 diciembre 2010

SOBRE CONTROLADORES Y OTROS TRASTORNOS DE ESTA SOCIEDAD.


Vamos a ver. Ayer por la noche dije que iba a argumentar sobre porqué estoy a favor de los controladores aéreos en este conflicto. Y por más que intente explicarlo me temo que no va a ser posible que se entienda que esta no es una cuestión de controladores. Es una cuestión de justicia y libertades. Es por eso que he podido ser tan vehemente en determinadas ocasiones. Ahora que esto es lo de siempre. Yo seré un radical, pero las ostias que me he llevado los últimos cuatro días han sido de campeonato. Y no le voy llorando a nadie.

Volvamos al lío. Voy a contar el tema desde mi punto de vista y a tener de la información que tengo. Los controladores aéreos son unos profesionales que entran a formar parte de ese colectivo tras una oposición cuyos requisitos, de entrada, no me parecen excesivamente duros. De hecho en su momento valoré presentarme pero finalmente no lo hice. Y me alegro. Tienen un sueldo muy alto comparado con la media y en base al trabajo realizado, unos periodos de descanso razonables. Lo que no se dice es que en ese tiempo de descanso generalmente está incluido un periodo de guardia por si fallan compañeros suyos. Vamos, que salvo raras excepciones digo y declaro que el que no es controlador es porque no le sale del ciruelo.

Bien. No creo que ningún controlador pueda negar eso. Cuando hubo que cubrir más espacio de tiempo, AENA, como cualquier empresario ávido por amasar dinero tuvo dos opciones. Una, contratar a nuevos controladores, o dos, pagar horas extras a precio de oro a los controladores que ya estaban en sus puestos. Como la segunda opción era más barata (siempre es más barato pagar horas extras a los que ya están que contratar nuevo empleados) y los controladores vieron el cielo abierto para ganar un pastizal a base de horas y horas de curro, hubo acuerdo. Todos salían ganando. ¿Todos? Tengo mis dudas, porqué yo creo que la seguridad aérea salía perdiendo. Dudo que metiéndose tantas horas de curro al cuerpo se estuvieran respetando los periodos de descanso, dudo que eso no influyera negativamente en la seguridad. Pero había acuerdo y todos felices. De los que nadie se acuerda es de los controladores que no hacían horas extras, de los que efectivamente habían accedido a esta profesión porque consideraron que era una buena opción para tener un buen sueldo y compatibilizar su curro con la vida familiar, de los que no babearon ante la perspectiva de hacerse trillonarios a base de currar a destajo.

Un día llegó un tal José Blanco y pensó que es que estos señores tenían mucho morro. En un país en caída libre, en el que las encuestas les daban para el pelo y en el que iban a tener que tomar medidas económicas impopulares, se le ocurre poner el punto de mira en los controlatas. Así que fuerza la negociación de un convenio azuzando a la población acerca de sueldos estratosféricos que son mentira. El señor Blanco MIENTE (y el que miente es un mentiroso, mal ejemplo para sus hijos, señor Blanco), medios de todos los colores entran al trapo y la población descubre un enemigo común. Hay unos caraduras que viven del erario público y que encima nos joden los vuelos. Aclaro ya para el que no lo sepa (que esto ya es cansino y parece que lo que no hay es intención de entenderlo) QUE LOS SUELDOS DE LOS CONTROLATAS NO SALEN DE LOS IMPUESTOS DE LA POBLACIÓN (impuestos en general, tipo irpf) SINO QUE PROVIENEN DE LAS TASAS QUE LOS USUARIOS DE LÍNEAS AÉREAS PAGAN CUANDO COMPRAN SUS BILLETES. No se comenta nada de la ruina que supone aeropuertos como los recientemente abiertos en León y Lérida sin ir más lejos, ni de quien los construye.

Cuando el señor Blanco ya ha agitado al personal lo que hace es lo siguiente: Acuerda de forma unilateral que las horas extraordinarias que se venían haciendo hasta la fecha pasan a formar parte de las horas ordinarias, es decir, la remuneración pasa de ser como hora extra a hora normal. Lo que en la práctica supone aumentar la jornada laboral considerablemente y pagarla más barato. Lo que supone que si antes no se respetaban los turnos de descanso por parte de algunos controlatas de manera voluntaria y con el beneplácito irresponsable de AENA que permitía dicha práctica para ahorrar costes, ahora se institucionaliza la medida, siendo mediante decreto como el señor Blanco mandaba a paseo la seguridad aérea. Les imponen una jornada anual de unas 1700 y pico horas anuales y en la práctica les bajan el sueldo. Se acabaron las horas extras. Aquí no hace horas extras ni dios. Los controladores se revuelven un poco, pero poco, no la lían y acatan más o menos el decreto. ¿Pero alguien se acuerda de esos de los que he hablado antes? ¿De esos que no hacían horas y querían vivir felices y contentos compatibilizando en la medida de lo posible su currele con la familia? ¿De esos que no se empirulaban para hacer horas y más horas para pasar por caja? Esos vieron aumentada su jornada laboral en un porcentaje tan estratosférico como el sueldo que pregonaba (mintiendo) el señor Blanco.

En relación a lo de las horas anuales decir que yo no las trabajo y tengo un trabajo normal. Creo que no hay trabajos por turnos (no lo he comentado, los controlatas curran todos los días del año, por la mañana, tarde y noche) con ese número de horas anuales.

Así que empiezan a establecerse turnos abusivos con jornadas interminables, enlazando guardias con turno de trabajo, turnos de noche con turnos de tarde, jornadas de 28 días de trabajo por mes en algunos casos. Se suceden las anécdotas esas tan estupendas que les encanta a los medios y que tanto se han utilizado estos días….Controlata que pierde la custodia de su hija por no poder atenderla, controlata que se llevan en ambulancia con una crisis del quince, controlata que decide dimitir porque hace tres semanas que no puede ni cruzarse con sus hijos antes de ir al colegio… cosas de mucha pena vaya y de las que se ha hablado mucho estos días, como lo del bebé muerto por un tumor fulminante que ronda por Facebook. En relación a esto aclarar una cosa: Los controladores nunca han abandonado su puesto y nunca han dejado de prestar asistencia a vuelos medicalizados ni vuelos de estado, ni estos días ni nunca. Controladores se han quedado muchas horas más allá de su hora con el aeropuerto cerrado para que un avión ambulancia despegue con un hígado para un trasplante y para muchas gilipolleces también, como que aterrice un club de fútbol.

Total, que los controladores tragan y como son unos privilegiados no les echa una mano nadie. Que se jodan que cobran una pasta, se puede oír por todos lados, como si cobrar un sueldo alto fuese delito. UGT y CCOO esconden la cabeza y se hacen caquita no vaya a ser que les identifiquen con los privilegiados controlatas.

Y llegamos al viernes 3 de diciembre de 201. Todos los españoles se deciden a partir de puente mientras el gobierno aprueba un nuevo paquete de medidas contra la crisis, medidas que van a dar que hablar, medidas que van a mandar al señor Blanco y a su jefe al abismo del infierno en términos de intención de voto. Todo eso mientras que desde hace unas semanas en algún que otro aeropuerto los controladores no saben que hacer. Debido a los maratonianos turnos de trabajo han agotado las 1700 y pico horas y como no les dejan hacer horas extras pues no saben si pueden o no trabajar. Entonces es cuando el señor Blanco decide explicar la propuesta de febrero. Señores controlatas, su jornada de trabajo es de 1700 y pico horas “aeronaúticas”, es decir horas efectivas delante de su puesto de trabajo. Así que si usted ha estado enfermo, no le cuentas esas horas, si usted había pedido un permiso por motivos familiares no le cuentas las horas, si usted ha realizado un curso de formación tan necesario en esta profesión no le ha contado horas y si usted estaba desempeñando sus constitucionales horas sindicales tampoco le cuentan horas. Y todo el mundo jalea al señor Blanco. Pero si yo pregunto al respetable si creen que a un mozo de almacén hay que hacerle trabajar sábado y domingo porqué ha estado enfermo lunes y martes seguro que me dicen que no, que qué clase de explotador soy.

Así que los controlatas revientan, después de estar meses trabajando a golpe de decreto, después de no mover un dedo durante la semana santa (para que el respetable disfrutara de sus merecidas vacaciones) después de ver no solo como les aumentan la jornada, como en la práctica les reducen el sueldo, como les impiden disfrutar de sus mujeres, maridos, hijos, padres y madres (igual que todos los que se han quedado en tierra este puente), como les convierten en el colectivo profesional más denostado de este país….van y revientan. ¿Se les va la olla con las formas? Pues a lo mejor, pero es que llevan muchos meses tragando, llevan muchos meses de sufrimiento mudo, sin poder decir ni hacer, ya que si se quejan se les reprocha porqué ganan mucho dinero…eso debe ser lo que les diferencia de un trabajador. El sueldo. Eso es lo que les diferencia de ser dignos de un derecho tan básico como el respeto a las condiciones laborales. El sueldo. Ellos no tienen derecho a nada, porqué les han suplido los derechos por dinero. Y la población, harta de paro, harta de crisis, harta de los políticos, ha decidido que si, que efectivamente son ellos los que deben salir a la arena y ser devorados por los leones, y que por ellos no se da la cara. Porqué ellos no tiene derechos. Ellos ya tienen una buena nómina.

Y por último la guinda. Cuando alzan la voz. Cuando paralizan el país jodiéndole las vacaciones a todo el mundo (recuerdo que vacaciones han estropeado en este país pilotos, maquinistas de tren, gasolineras, nos han jodido el viaje al curro los del metro, me han hecho llegar tarde ganaderos de manifestación, la bici crítica por Madrid, los padres separados, los profesores estresados, los enfermeros desquiciados, la iglesia y el PP manifestándose por nosequé, los del Psoe manifestándose por nosecuantos…) les mandan al ejército a controlarles. Al ejército y a los anti disturbios, a obligarles a sentarse en sus puestos y trabajar. Pero no les han apuntado con el arma, he escuchado por ahí. Solo faltaba.

Y aún hay gente que defiende lo que ha hecho el gobierno. Aún hay gente, que le parece bien la deriva laboral de este colectivo, la militarización de los puestos de trabajo. Aún hay gente que no se da cuenta que esto no va de controlatas y pasajeros, que esto no va de sueldos y vacaciones, que esto es mucho más grave, que nos han impuesto reformas laborales por decreto y las han hecho cumplir sacando a los militares de los cuarteles. Y ya decía aquel…cuando las barbas de tu vecino veas cortar…

Ánimo compañeros, por lo menos yo, desde aquí, os apoyo. Seguid luchando, porqué lo que hoy hacéis vosotros, mañana será el beneficio de todos, así se construye un mundo mejor, así otro mundo es posible.

Gracias.


Pd: Y por cierto, si. Estoy convencido que las críticas de la gente vienen por tres motivos. 1.- Porqué en este país falta sentido de colectivo y cada uno se lame su ciruelo y vendería a su madre por una noche en una casa rural si ya la tiene pagada. 2.- Este es un país de envidiosos y fariseos y nos jode que el de al lado gane más y tenga más derechos, en vez de trabajar porque todos tengamos esos derechos, solemos manifestarnos para que algún colectivo viva subyugado y por debajo de nosotros (veáse el PP y la iglesia con el matrimonio homosexual). Y 3.- Si esto les hubiera ocurrido por ejemplo, a los ganaderos o a los mineros nos hubiéramos solidarizado un montón, y hubiéramos visto a los progres de pastel y a los líderes sindicales llenándose la boca con gilipolleces de justicia y bla bla bla, siempre que no nos jodieran lo nuestro…

8 comentarios:

Anónimo dijo...

urante el gobierno de José María Aznar, Álvarez Cascos firmó un acuerdo millonario con los controladores por los que éstos percibirían el 300% más por las horas extras que realizaran, debido a la escasez de plantilla y al aumento del tráfico aéreo en el conjunto de las estaciones aeroportuarias del país.

Lo más grave fue que traspasó a los controladores las atribuciones de ese servicio público, desde el reclutamiento del personal, la instrucción del mismo, la habilitación, la organización del trabajo, el régimen laboral, los turnos, las libranzas, los descansos y el cómputo de las horas extras. En ese momento, el Gobierno popular estaba más ocupado en gestionar los milmillonarios fondos comunatarios destinados a equiparar España en infraestructuras con el resto de países de la Unión europea.

Estos fondos, además de ampliar y modernizar la red ferroviaria, sirvieron para llenar el país de aeropuertos de dudosa rentabilidad: según datos de la empresa, los 15 aeropuertos con menor tráfico (el 30 por ciento de la red) registraron una media global de 226 pasajeros diarios en 2009. Pero la obsesión por controlar los incrementos de plantilla llevaron a Cascos a la opción de engrosar los horarios a golpe de talonario, algo a lo que por cierto los controladores no objetaron cansancio mental ni estrés laboral.

Anónimo dijo...

Pero sí los controladores sabían los pormenores del decreto, ¿por qué esperar al puente de diciembre para realizar una huelga salvaje no anunciada? Porque el golpe de gracia que el sindicato, (y el de los pilotos también, ya veremos su reacción), no esperaba era que el Gobierno se iba a atrever a privatizar infraestructura y servicio de las dos joyas del país, Madrid y Barcelona. Los dos portavoces del sindicato han comentado en privado que el Ejecutivo no iba a arriesgarse a privatizar un organismo sin contar con los sindicatos más poderosos del ramo, Sepla y controladores. Pero lo ha hecho.

Y no ha tenido más remedio, porque el presidente del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, tuvo que anunciar una serie de medidas de ajuste el pasado martes para convencer a Bruselas y los mercados de que España hace frente a la crisis, entre ellas la de obtener más ingresos para reducir deuda y déficit, que es lo que nos tiene en el punto de mira. Entre ellas la de privatizar Aena y Loterías del Estado, dos de las pocas joyas de la corona pública que aún quedan.

La privatización de parte de Aena incluye además la posibilidad de gestionar de forma privada Madrid y Barcelona, donde se concentra el grueso de los controladores. Y dar entrada al capital privado implica dar entrada a decisiones de empresa privada, como las de contratar plantillas externas para cubrir conflictos, organizar expedientes de regulación de empleo si las condiciones económicas de la empresa o la situación lo requieren, planes de prejubilación...

Con este panorama en ciernes que no van a poder controlar, la negociación a partir de ahora se presenta muy complicada para el Gobierno, máxime porque pocos inversores se van a atrever a entrar si el 'avispero' laboral aéreo está tan revuelto. Pero hay un jugoso pastel, 7.000 millones que se amplía a 14.000 millones su sumamos Loterías, por ganar para las arcas españolas si se lleva a cabo la operación. Y Bruselas sigue mirando.

fiorella dijo...

Vengo desde el blog de Controladores y otras hierbas. Aunque vivo del otro lado del gran charco, apoyo y me solidarizo con los trabajadores. Un beso desde Montevideo-Uruguay

Anónimo dijo...

Aqui hay un articulo de la página de controladores aereos donde se jactan de haber conseguido el apoyo de sindicatos de controladores extranjeros para que AENA no consiga formadores para formar mas controladores http://www.controladoresaereos.org/?p=5149

Para mi esto demuestra que no solo es el gobierno el que miente en este lio

Anónimo dijo...

No veo motivo alguno por el que se deba apoyar a los controladores. Me parece vergonzosa, radical y extremista su actitud. La privatización es la mejor solución, así ya nadie nos podremos quejar si pasa esto nuevamente, ya que estará en manos privadas y ellos podrán libremente pactar convenios. Eso si, que el gobierno que sea, prepare y forme 3000 controladores para que nadie se "estrese" con las horas extras.

Anónimo dijo...

Gracias por el artículo. Es una buena explicación de por qué han actuado los controladores ... tan mal. O al menos un buen relato, razonablemente verosímil.

Pero hay un enfoque que no se está haciendo, porque estamos todos muy entretenidos con el linchamiento al controlador. Había, dicen, un problema. El problema no podía ser averiguar quien mea más lejos, salvo para Ruby, el veraz. El problema solo podía ser el coste del control aéreo en España, y su calidad. Y el gobierno ha tomado unas medidas para arreglar el problema, que de momento, y sin que el problema se haya arreglado, ya han costado al país unos mil millones (500.000 euros por controlador). Más la imagen en el mundo, etc. Y lo que te rondaré.

La gente sigue mirando a los controladores, pero yo, la verdad, miraría al gobierno. Eso sí que es un estado de alarma.

Miyuki dijo...

Jodó, Turula, la que has liao... Y te habrás quedado sin huellas dactilares después de escribir esto, además... ;-)

Llevo más de un mes desconectada de la blogosfera (y del resto del mundo en internet), pero me pongo al día enseguida.

Besos

Xavier Perez dijo...

Mi más profunda enhorabuena por esta entrada. Totalmente de acuerdo con todo lo expuesto.

Un saludo.