SERVICIOS SOCIALES PARA TODOS Y TODAS. NO A LOS RECORTES

12 marzo 2010

CON UNO MENOS LA LUCHA SERÁ MÁS DURA...


Ni voy a dármelas de ilustrado ni a parecer lo que no soy. Estoy mayor para disfraces baratos. Pero lamento profundamente la muerte de Miguel Delibes, por su oficio y por ser un gran amigo de mi abuelo. Si era amigo de mi abuelo era buena persona, y lo digo sin conocerle, ni falta que hace.

Hemos perdido a un académico, a un literato, a alguien que nos regalaba historias con las que imaginar y navegar más allá de la realidad que nos pinta la vida, no ya perra, que lo es, sino malintencionada e inmunda. Y el problema es que la vida en si no es inmunda, porque la vida puede ser, y de hecho muchas veces es, maravillosa. Pero nosotros, con nuestra limitación mental y emocional convertimos en hez lo que tocamos.

Por eso lamento la muerte de gente como Miguel Delibes. Porque no nos vayamos a engañar a estas alturas, ni a someternos a nuestra conciencia políticocorrectísima, moñas y cobarde. Si esta mañana hubiera palmado cualquiera de los intoxicadores (y _doras, señorita Bibiana, y _doras) profesionales que se mueven por algo que ellos llaman mundo de la cultura, cine, política, radio o televisión, pues que quieren que les diga, hubiéramos ganado todos. Como lo de pagar a hacienda, es bueno para ti, es bueno para todos.

Prometo no escribir nada cuando palme, Belén, ni Jorge Javier (igual en este caso escribo ebrio de júbilo por quedarle a mi hijo un mundo mejor), ni ¿cachuli? (este pavo no tiene asesor de imagen claro…) ni Zapatero, ni Rajoy ni ninguno de esos tertulianos radiofónicos que lo mismo opinan sobre la sodomía de nenes por parte de la iglesia que sobre la cosecha de la uva parda en Sebastopol. Y es que en este país todos opinamos de lo que se nos pone delante, servidor sirva de ejemplo. Y muchas veces lo hacemos con alegría y gratis. Vomitando toda la ira que vamos generando por la resignación de tener que vivir en un país, estado o nación o lo que coño sea esto que premia al mediocre, la ignorancia y la subasta de neuronas como elemento en peligro de extinción.

Y por si lo soez y lo ordinario no nos estuviera ahogando suficiente en una especie de tsunami sin fin, se nos mueren los que desde sus humildes posiciones nos alientan con la voz y la palabra, luchan contra ese monstruo que se nos viene encima a base de honor, honor del de antes, y letra impresa. Y de verdad.

Hasta siempre Miguel.

1 comentario:

Anónimo dijo...

"(igual en este caso escribo ebrio de júbilo por quedarle a mi hijo un mundo mejor)"
¿"Quedarle un mundo mejor"? ¡"Dejarle", querrá usted decir! Un verbo es intransitivo y por ello no puede llevar complemento directo; el otro sí puede llevarlo porque es transitivo.