SERVICIOS SOCIALES PARA TODOS Y TODAS. NO A LOS RECORTES

26 mayo 2006

¿ESPAÑA BLANKA?


Es que hay circunstancias en la vida que son pura provocación, y claro, a uno se le calientan los dedos… Estoy en plena mudanza en mi centro de trabajo. Cualquiera que haya hecho una mudanza se puede hacer una idea como puede ser trasladar una oficina entera de un local a otro. Pero no os voy a contar mi experiencia haciendo y deshaciendo cajas, no, lo que pasa es que enfrente de nuestra actual ubicación hay una pintada enorme que hace que me den ganas de potarla encima. Algún ilustrado ha pintado con grandes letras “ESPAÑA BLANKA. INMIGRANTES PARÁSITOS” todo ello adornado con un flamante águila nazi sobre una esvástica. Enternecedor.

En la España en la que vivimos hoy, que ya no se si es nación o que coño es, resulta cuan menos sorprendente que siga habiendo gente tan intolerante como ignorante, a la par que racista. Me encantaría decirle a los energúmenos que han escrito semejante muestra poética, que España es y ha sido de todo menos blanca. Que somos el resultado de siglos de invasiones, de cruces de sangre de culturas que habitaron los pueblos ibéricos, que por nuestras venas y nuestro idioma convergen chorros árabes, latinos y judíos. Que la historia de nuestro país ha creado hombres y mujeres que creen en la igualad y en la diversidad. No dudo que en todo proceso evolutivo siempre hay errores, entre otras cosas es evidente que la evolución se truncó para determinados imbéciles como ellos. Si pequeño fascista ignorante, eres un ignorante y un mierda, y te lo digo sin ningún ápice de ofender, sino como algo constructivo, y como es evidente que nadie te ha dado una buena educación a tiempo, o por lo menos ésta no ha cuajado, y tampoco te han dado un buen bofetón que te hiciera recapacitar sobre lo patético de tu camino vital, pues yo, en un ejercicio de altruismo y tolerancia sin parangón(no te voy a engañar, en realidad me encantaría ser el del bofetón, pero no te tengo a mano)te intento ilustrar sobre la materia.

Terminaré diciendo que la guarrada esa con la que has ensuciado la pared tendrá que limpiarla un honrado trabajador, inmigrante o no, que sabe y se atreve a trabajar por un sueldo de mierda en una sociedad injusta con el único fin de hacer su vida y la de los suyos un poco mejor. No te pediré que entiendas de lo que estoy hablando, entre otros motivos porque tu magna ignorancia blanka hace que nunca hayas leído más de dos frases seguidas, pero si no tienes güevos para currarte una vida digna, para cuidar de los tuyos como debes, de embarcarte en la batalla que a cada generación le toca para hacer la sociedad un poco más justa con trabajo y tesón, no eches la culpa a otros, porque si hay parásitos entre nosotros esos sois vosotros, que os encanta criminalizar a los inmigrantes mientras friegan vuestras casas, que vuestra incongruencia hace que no os asfixies como cabrones cuando por la noche dormís con una almohada debajo de la cabeza inconscientes de lo rico de nuestra lengua, riqueza proporcionada por siglos de trasiego de razas y civilizaciones. Lástima.

19 mayo 2006

UN MARINO A LA MAR.

Ayer murió Hans Horrevoets. La mayoría de vosotros arqueareis la ceja como haría yo mientras pensáis quien puede ser el fallecido. Hans era el trimmer holandés del barco ABN AMRO 2 que participa en la Volvo Ocean Race. Están en estos momentos atravesando el Océano Atlántico, en lo que comienza a ser el final de una de las pruebas náuticas más duras, sino la que más, que existen hoy en día. Con un viento de treinta nudos azotando el barco holandés una ola se llevó por delante a este marino de 32 años (fue rescatado por sus compañeros que nada pudieron hacer por él).

Me gustan los barcos y me encanta el mar. Todos los años, al igual que hago con el esquí, hago mi visita de turno a la costa. Desde pequeño he recibido cursillos de vela, mi abuelo y varios de mis tíos tenían o tienen barcos lo que ha hecho que haya tenido siempre contacto con el mundo del mar. En noviembre del año pasado tuve la suerte de poder contemplar los siete barcos que hoy surcan tristes el océano atlántico dejando tras de si la estela de la desolación. Estuve en la salida de la primera prueba puntuable de esta espléndida competición en la que se mezcla la técnica con la fuerza y como no, con grandes dosis de supervivencia. Hoy por hoy se habla poco de la vela en este país, si acaso alguna noticia breve, siempre que el Movistar, barco español en competición, realice alguna etapa afortunada. La Volvo no tiene nada que ver con la Copa América de la que si se habla más estos días. La Volvo es aventura, es valentía, es vivir en un hueco diminuto durante meses sin poder lavarte más que en las llegadas a puerto de cada una de las etapas, es comer alimentos liofilizados, dormir en camastros, es surcar los rincones más recónditos del planeta sabiendo que puedes chocar contra una ballena o irte a pique cruzando el Cabo de Hornos (el Movistar a puntito estuvo de hundirse), es saber que si te vas por la borda y palmas como le ha pasado a Hans, tu cuerpo inerte permanecerá en el barco porque ningún helicóptero tiene autonomía suficiente para ir a recogerlo. No solo no se puede ir a buscar el cuerpo, sino que además en caso de que acercándose a la costa recibieran la visita de embarcación alguna de la organización para hacerse cargo de Hans, quedarían automáticamente descalificados de esta etapa por haber recibido ayuda externa. Si alguien dudaba de la dureza de esta competición, que no lo haga. No es sitio para señoritos, es lugar de marinos, los que saben que si llega la ola y les manda al fondo del mar, mala suerte colega, pero yo estoy aquí, yo soy marino, soy deportista y aventurero.

Todos saben a lo que se exponen y todos deciden lanzarse a esta locura marina. Lo hacen porque lo gozan, porque surcar el mar por donde solo lo hacen los peces, sentir la espuma dejando la estela tras de ti, ver la mayor inflada con brío y un equipo moviéndose al unísono con precisión matemática por cubierta, es su recompensa, y a veces, como ha sido el caso de Hans además de su recompensa, es su condena.

Descansa en Paz.

18 mayo 2006

ANIMAL SOCIAL SOY, CREO.


Que felicidad. Hoy soy persona. Es que ayer estuve viendo el fútbol… No se lo van a creer, pero esta mañana he estado comentando el partido. Yo, que no me gusta el fútbol, que siempre me ha parecido aburrido ver a veinte tíos correr detrás de una pelota, he estado comentando que si tal jugador lo hizo bien, que si el árbitro pitó nosecuantos, vamos un animal social en toda regla. Resulta que el Barça gano la Champiñón ligui, y eso debe ser como si mi Estu del alma (verán que lo que me va es el baloncesto, que no solo son diez tíos a la vez corriendo detrás de la pelota sino que además la pueden coger con las manos y la botan) gana la Euroliga de Baloncesto, lo cual quede dicho de paso es harto improbable.

Bueno, a lo que iba. Ayer vi un partido de fútbol. A la mayoría de las personas les parecerá algo del todo banal, pero yo saco dos conclusiones: Primera, sigo pensando lo mismo de los partidos y segunda, hoy por la mañana me importa un güevo de pato que el Barça haya ganado o perdido, de hecho lo único que me satisface es que la Copa del Champiñón ésta no la haya ganado el Trampa$ (para los no iniciados me refiero al Real Madrid).

Tengo reconocer una cosa. Hay una parte de los partidos de fútbol que me encantan. En las grandes citas (así lo llaman en la radio, aunque yo pensaba que una gran cita era otra cosa, consecuencias de una mente calenturienta) cuando termina el partido, los jugadores del equipo que ha ganado se abrazan, se comen a besos, lloran, se tiran al césped…Debo tener una parte de sensibilidad oculta en algún rinconcito de mi cuerpo que hace que por una fracción de segundo esté a punto de emocionarme. Pero lo controlo y luego me pregunto que profesión es ésta que cuando uno hace bien su trabajo se abraza a los compañeros. Me estoy imaginando el percal. Tres de la tarde en mi curro, todos a punto de fichar, y en ese momento rompemos en una explosión de emoción descontrolada, nos ponemos las camisetas por encima de la cara, gritamos, corremos en círculo, nos abrazamos y por último, si tal, cambiamos las camisetas… Ya lo veo: expediente disciplinario a todo quisqui y a la calle.

Voy a dejar el tema no sin antes plantear una queja: ¿Porqué durante un partido de fútbol no hay anuncios? Como cuando estoy viendo una peli y en el momento más emocionante sale un tío limpiando un microondas asqueroso con flipi bang o como diantre se llame. Pues con el fútbol que hagan lo mismo, cuando esté un equipo apuntito de marcar un gol, que pongan el nuevo anuncio de tampax…No, porque la gente se mosquearía mucho y se quejaría como hicieron cuando interrumpieron la Formula 1 (esa es otra, ahora en este país todo el mundo sabe de coches) para cascar los “consejos publicitarios”. Por el fútbol y la Fórmula 1 si batallamos, por lo demás que nos mangoneen. Somos gilipollas.

16 mayo 2006

NO QUEDA SINO BATIRSE (III)


Y no queda sino batirse… Siempre las mismas batallas, siempre las mismas lides, el mismo enemigo, la misma traición. Primero silencio, y al amanecer estocada al cuello. Primero viene el golpe y más tarde el dolor, la angustia, propia y ajena, las lágrimas. Pero siempre, siempre que brille una luz en el horizonte, por pequeña que sea, por lejana, por borrosa, siempre queda esa última batalla.

Es la batalla de los valientes, los capitanes de navío que encaramados a la proa de lo que es, ha sido, y será su bastión, se dejan zarandear por las olas, la lluvia y el viento, daga en mano y mirada al frente, erguidos como lo que son, navegantes de una vida que no se abandona sin lucha. Siempre hacia esa luz, al grito de aquí estoy y me cago en tu destino, porque ese no es mío, avanza paso a paso, milla a milla y no está solo.

En estos momentos de penumbra siempre tienes a los tuyos, fruto de lo que has sembrado en una vida dura pero seguro que del todo gratificante. Ellos son el viento de popa, los marineros que no abandonan el barco nunca, los que esperan la señal del capitán, con él navegan y con él comparten destino “Donde tú vayas, yo iré, donde tú mueras, yo moriré”. Esa es la recompensa de toda una vida, una tripulación fiel que no cuestiona, que no duda. Mientras esperas firme el próximo golpe de mar, lo sabes, sabes la fortuna que atesoras y piensas, mientras aprietas los dientes con valentía, que no abandonarás esta lucha, por ellos, por ti, que mientras vislumbres esa luz en el horizonte derramarás hasta la última gota de sudor, sangre y lágrimas, porque si hay luz, hay esperanza.


No te conozco pero se que el camino que inicias será duro para tí y para los tuyos, por eso te mando ánimos, fuerza y esperanza.

03 mayo 2006

¡BIENVENIDOS A MI CALLE!



Me he ido dos días fuera de Madrid, al campo, a la sierra de Cazorla concretamente. Allí me abstraigo de lo mundano y lo divino. No leo prensa, no veo la tele, no me entero de nada; se podría haber colapsado el país por una pandemia de salmonelosis rubeoléica y no me hubiera enterado. Yo, a mi rollito…

Pero siempre cometo el mismo error, parezco nuevo, o gilipollas, o las dos cosas. Me meto en el coche para emprender el duro camino de vuelta a la realidad, conecto la radio, y ¡Oh campos de soledad mustios collados!, básicamente y traducido a lenguaje moderno: ¡la cagué!. Cielos, escuché el anuncio más perverso, manipulador y demagogo de mi vida. Como agravante a tener en cuenta para el apaleamiento público que haré del mismo, diré que además de explícitamente demagogo, contenía mentiras públicas y claramente malintencionadas. Para rematar, era un anuncio malísimo desde el punto de vista estético.

Bueno, descubriré el pastel… Se trataba de un anuncio del Partido Andalucista (en adelante PA), que aunque tenían diferentes cuñas con versiones para todos los gustos, básicamente era un ser humano, joven o mujer (dos colectivos tan despreciados por la sociedad a los que hay que dar la comida con cucharita y sacarles los aires antes de cambiarles el pañal para ser políticamente correctos, no vayan a decir…) diciendo:”Jo, o sea, ¿que a Cataluña el P.S.O.E. la reconoce como nación, o sea, y a Andalucía no? Pues no veo, jo, porque los andaluces tenemos que ser menos que los catalanes, o sea….”. Después salía un tordo que se identificaba como fulanito de tal, caradura profesional, del PA. Os lo juro por Snoopy y por las bragas de Mafalda (a lo mejor ahora lleva tanga, no se…). La primera vez que lo escuché, no di crédito. La segunda, casi me voy de frente en la curva y a la tercera quité la radio y puse la banda sonora de Priscila, La Reina del desierto. Lo que me faltaba: Con resaca, pocas horas de sueño y encima un fulano diciendo chorradas en la radio. Vamos que me pongo la COPE, me paran los picoletos y me quitan los doce puntos del carné del tirón, y con razón.

Me molesta que mientan de forma deliberada, ya que en el Estatuto de Cataluña NO dice que Cataluña sea una Nación. Dice algo así que Cataluña es sentida como una nación por la mayoría de sus representantes en el parlamento catalán (lo cual, por más que joda a algunos no deja de ser cierto). Pero lo que me empieza a hastiar de forma contundente es el coñazo que le ha dado a todo el mundo por sentirse nación. Yo debo de ser un patriota de mierda, porque nunca me he preocupado por saber si Madrid es nación, patria, veguería o la estrella de la muerte de la Guerra de las Galaxias. Yo creo que me voy a ofuscar por reclamar la independencia de mi calle. Estoy en mi legítimo derecho, histórico no se olviden, de reclamar la independencia absoluta sobre el Gobierno de Madrid (¿no os habéis fijado como les mola a estos tarados hablar del Gobierno de Madrid?, como si los de Villacontreras del Berdejo no tuvieran gobierno…) y que me dejen gestionar alcantarillas, bares y justicia. Sobre todo justicia, que como venga algún tocapelotas demagogo del PA, PP, PSOE, CC, PNV, ERC, CIU, IU o de su PM iba a restaurar el garrote vil en la plaza del pueblo (en este caso en el centro de la calle) para darme el gusto de que lo último que pase por su garganta sea un trocito de historia y cultura castiza, española para más señas. No te jode…