SERVICIOS SOCIALES PARA TODOS Y TODAS. NO A LOS RECORTES

08 junio 2006

NO PUEDO CON ESOS TANGAS...


Hay cosas con las que no puedo. Con los políticos, las injusticias sociales, el hambre en el mundo, las guerras, los tangas asomando por los pantalones… Os podrá parecer una frivolidad esto último pero es que me supera… Soy una persona que suele vestir de manera informal, para mis padres en vez de informal la palabra adecuada sería andrajosa o algo similar, pero a lo que iba. Visto con mi uniforme camiseta-vaqueros y tengo tendencias exhibicionistas en cuanto a que suelo enseñar los calzoncillos, no por nada, sino porque al agacharme o estirarme se me ven. Tengo que reconocer que ni mi cuerpo ni mis calzoncillos son como para ir enseñándolo a diestro y siniestro, que se le va a hacer, cada cual tiene sus limitaciones. Me gusta esa estética, siempre que no sea una exageración; que asomen bragas o calzoncillos por encima de los pantalones.

Pero los pelos se me ponen como escarpias cuando veo esos finos cordoncillos que luchan por escapar del abrazo de vaquero por la parte trasera de muchas chicas de hoy. Esos minúsculos vaqueros de cintura bajísima que dejan escapar lo que a simple vista se adivinaría como unas bragas rotas. Puaj! No se si me debería despertar algún tipo de deseo carnal, pero de lo que me dan ganas es de pedir educadamente a la dueña de tan pequeña prenda que haga el favor de subirse los pantalones, no agacharse o ponerse una cómoda chilaba que disimule semejante espanto. No tengo nada contra el tanga en sí, de hecho mi única duda sería donde ponerle la pinza a la hora de tenderlos, lo que me produce desazón es ver su salida furtiva de donde debería permanecer, ahí, oculto, dentro de pantalón.
Mirad la foto, ¿no es horroroso?

1 comentario:

Anónimo dijo...

Si, pero son como las naranjas, les quitas la cascara y te comerías todo lo de dentro, eso si, bien lavadito, ja, ja, ja...
Un abrazote, compañero ;)