Los españoles cuidamos lo
nuestro regular, no hay más que ver el estado del diccionario, pero eso si, que
nadie nos toque las pertenencias, que para eso es como lo de mentar a una
madre. Cada uno a la suya y nadie más. Y ahora andamos con un revuelo de no te
menees porque nos están expropiando empresas españolas. O parte de ellas. Que
yo en estos casos aplico la máxima de esos once tíos que juegan al futbol y me
dicen que es “España”. No perdón. España será muchas cosas, y cada vez más
calamitosas, pero desde luego que no es el tinglado que tengan cuatro gachís
por ahí fuera. O dentro, me da igual.
El caso es que Argentina
se queda con YPF, Bolivia con la filial de Red Eléctrica Española, y nos sale
la vena patria. Que vergüenza rediós, que la Cristina esa se atreva
con nosotros, y no te cuento el indígena ese de los jerseys horrorosos. Que
derecho se creerán que tienen.
Pues si hablamos de los
derechos que tienen empiezo y no paro, pero como no es cuestión de remontarnos
casi seiscientos años y como empezamos a condenarles entonces al bajo
índice de desarrollo que lastran hoy en día, me limitaré a mencionar un símil
con lo que ocurre en España estos días. Porqué claro, no se puede romper así
las reglas de juego internacional, no se pueden romper los tratados firmados
por dos naciones, no se puede tirar por la calle de en medio cuando nos peta el
asunto.
Y digo yo, las reglas de
juego de quien. Porqué los negros sureños que se rebelaron contra sus amos en
lo que hoy son los Estados Unidos, también rompieron las reglas del juego. Las
reglas que impusieron unos patrones a la población autóctona, y a la que no lo
era. Lo mismo que ocurre ahora, en la que una empresa potente del mundo blanco
y rico, paga a cuatro alimañas de cualquier país corrupto una limosna a cambio
de los bienes de ese país. Yo también rompería las reglas de juego. Para avanzar
hay que romperlas. El feudalismo terminó hace tiempo, o eso nos dijeron en los
libros de historia que con tanto ahínco redactaron los gobiernos de turno.
En cualquier caso me
sorprende que cunda tanta alarma y resurja tanto patriotismo a cuento de las
lesiones que sufran las ganancias de unos cuantos potentados, cuando en este
estado nuestro, ese que defendemos ahora porqué Evo Morales quiere recuperar
para el pueblo boliviano lo que consideramos nuestro (pobres ilusos los que
hablen de red eléctrica como algo “nuestro”), si llevamos meses de expolio y
expropiación de los derechos y libertades de los españoles y de los que no lo
son, pero son nuestros vecinos, por parte del propio estado español.
Es que estamos en un
momento delicado, hay que hacer lo que hay que hacer y hacerlo cuando hay que
hacerlo (digamos que me expreso en la misma línea que alguno de los dirigentes
del PP). Ya. Que estamos jodidos ¿no? Pues lo mismo ha debido pensar el de los
jerseys a rayas. ¿Qué hay que tomar
medidas drásticas? Pues lo mismo ha debido pensar la señorita Cristina. Con la
salvedad que aquí el PP ha expropiado a su propio pueblo los derechos civiles,
sociales, laborales, sanitarios, educativos…y todo eso en cuatro meses.
Y para terminar la más
socorrida de las respuestas de estos días. Es que nos han dejado una herencia
que obliga a tomar estas medidas. Pues no os cuento la herencia que dejamos
nosotros en America Latina, así que suerte tenemos que se tomen a las malas un
par de empresas y no crucen el océano y nos pasen a machete o nos subyuguen.
Poco más o menos lo que hicimos hace ya casi seis siglos con los antepasados
de los que hoy llamamos filibusteros y ladrones.
No me cuenten batallas,
que para eso leo al señor Reverte, y sobretodo no hagan de sus problemas los
míos, que bastante tenemos ya por aquí con nuestra particular expropiación.
Salud.
2 comentarios:
Secundo todo lo que dices aunque con matices, pues lo de Ypf a mi no me gustaron las formas y más tras encontrar el mayor pozo de petroleo, aunque en su derecho estan de pedir lo que es suyo, eso si tambien en el nuestro estamos no subvencionar, ni ayudar, la verdad que lo que me duele es que dos paises que debian ser hermanos se enfrenten, y eso que estamos posiblemente en deuda historica con ellos. la cristina esa no me gusta pues no la eo muy del pueblo la verdad, no asi a Evo Morales que lo veo más dirigente por y pra el pueblo.
Yo, sin tanta información como Jairo, sólo me limitaré a compartir una percepción: a la gente le da bastante igual lo de la expropiación, estamos tan saturados con nuestra propia pérdida de derechos que no nos importa (ni tiene que importarnos). Estamos viviendo la mayor pérdida de derechos de la historia de la democracia y no vemos el modo de evitarlo.
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