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19 diciembre 2012

QUERIDO AMIGO MAYA.




Querido amigo maya. Me han comentado por ahí que hace un montón de años predijiste el fin del mundo para este viernes, pasado mañana. He leído diferentes versiones al respecto, pero lo primero que debo decirte, que aún asumiendo que me la trae al pairo que el mundo se acabe, eres un poco cabrón. Si el mundo llega a su fin, lo podías haber cuadrado para que fuera lunes, que uno se pasa la semana currando para por la noche tomarse unas cañitas, o para disfrutar de la compañía de sus seres queridos. No para que le caiga una tormenta de fuego y destrucción. Sin embargo el lunes por la mañana yo particularmente me despierto tan encabronado que si el mundo ha llegado a su fín, pues casi me hacen un favor.

Por otro lado te pido si en estas 48 horas que restan querido amigo maya, me puedes aclarar si es el fin del mundo, una tormenta solar, un apagón general… porque no me queda claro, y a la hora de ir al súper a comprar víveres, cervezas vaya, no es lo mismo una circunstancia que otra. Un buen amigo, previsor para estos casos, me ha contado que es una tormenta solar, que por otro lado no tengo muy claro que es y si lo que va a hacer es mucho sol o poco. Entre eso y que desde que la unión europea cambió el etiquetado de la protección solar estoy un poco agobiado. ¿El factor 50 que utilizo para mi hijo será suficiente? Gracias por resolverme estas dudas querido amigo maya.

Lo último que he leído es que no es el fin del mundo, que lo que hicisteis con las cuatro piedras y el sol fue presagiar un año malo en 2012, en plan la cosecha jodida y eso. Pues mira, lo que es en España lo clavasteis, pero además con un margen de error de más menos cuatro años así que mérito ninguno. De todas formas te diré que como haya una tormenta solar, una ola gigante, o como estornuden cuatro vecinos de mi barrio a la vez, este país se termina de ir al garete. Me cuenta mi colega, el previsor, que el ministerio de algo (no me acuerdo cual) ha hecho una guía con recomendaciones por si llegara el fin del mundo. Y claro, yo, vecino de Madrid, ciudadano del estado español y del mundo entero, que ve como se crean situaciones lamentables y patéticas cuando caen cuatro gotas en la capital del reino, o se colapsa el país con que caigan cuatro copos, me da la risa. Y no porque exista o no el folleto en cuestión. Es porque vamos a morir. Todos, para más señas. Y no lo digo yo, lo dicen los datos, cualquiera que viva un día de lluvia en Madrid dentro del coche, sabe que si hay una tormenta solar de esas vamos listos de papeles.

Y bueno querido amigo maya, que en este blog hay un correo electrónico al que te pido por favor me mandes la solución a todas estas cuestiones, porque lo que es yo le veo unos cuantos flecos. Joder, en las pelis cuando va a ocurrir una catástrofe (alienígenas, meteoritos, olas de frío…) se pegan dos semanas hablando en la tele del tema, y si bien es cierto que no soy muy asiduo a la caja lerda, de algo me habría enterado por la radio. Pues eso, que si tienes a bien informarme te lo agradezco, y si se acaba el mundo de verdad, en plan rollo eso ha sido todo, eso es todo amigos, me avises que no quiero pasar al otro barrio sin pegarme el gustazo de bajar corriendo la Gran Vía de Madrid por el centro de la calzada desnudo.

Atentamente, un servidor expectante.

De la salud y la república hoy ni hablamos, para lo que nos queda…

3 comentarios:

jairo F.Quindós dijo...

como llegue el fin del mundo....veo jodido que te atiendan en los hospitales, la verdada que dicen que hay una orquilla de tres dias en la prediccion, aunque sin duda si el mundo cambiase seria al menos buena señal asi no se puede vivir

Xim dijo...

Ja, ja, ja, ja, me ha gustado mucho el final, eso de salir corriendo en bolas por la Gran Vía, no te preocupes que aunque sea el fin del mundo te cae una buena multa por escándalo público, ja, ja, ja, oye, pues fin o no fin del mundo que Felices Fiestas Navideñas...un abrazo

Fer de la Cruz dijo...

Los mayas no dijeron que el mundo se acabaría nunca, ni en el posclásico ni en su más reciente baktún: su concepción del tiempo es cíclica, sin los alfa ni omega de la tradición judeocristiana. Ves mucha tele y no sabes nada de la cultura de la que hablas: el calendario en el cartón es azteca, no maya, pelaná.