Pasé por alto el tema del nieto que se enchufó un tiro en el pie. Vale. Pero esto ya es de traca (no de tiro, de traca). El yayo Juan Carlos que no está de salud para asumir sus supuestas responsabilidades de estado, si tiene cuerpo de irse a Botswana de caza una semana. En cualquier otro momento de la historia esto sería bochornoso, pero hacerlo ahora, con una crisis galopante y la mitad de los españoles comiéndose hasta las mondas de las patatas para alargar el sueldo, es de juzgado de guardia. Como poco.
Entiendo que su mentor y padre político era gran aficionado a la caza, y no en vano, cuando traicionó a su padre biológico y fue corriendo a los pechos de Francisco, sabía que había tradiciones que hay que mantener. Entre otras mantenerse a toda costa como jefe de estado. Y la caza.
Esto ya no es una cuestión de izquierdas o de derechas. Lo que es injustificable no hay tendencia política que pueda disfrazarlo de moral. O de normal. No se trata ni siquiera de mezclar la cuestión de si República o monarquía. Eso es una traición a la patria que dirían ellos. Es un “me parto el culo de vuestra crisis y ahí que os vayan dando súbditos de mierda”, es algo que no podemos dejar pasar. Juan Carlos de Borbón no está para asumir su responsabilidad de jefe de estado y por ese motivo debe dimitir, abdicar o como quieran llamarlo. Por ejemplo cese temporal de sus obligaciones laborales. Y mientras este país siga siendo un cachondeo y se imponga el “coñobernardismo” pues que coja su jubilación y se marche con sus quehaceres de regio yayo. Pero ese ciudadano llamado Juan Carlos, que tanto defienden una parte de los ciudadanos ya sean monárquicos, juancarlistas o simplemente límites en determinadas competencias, debe irse. Y si algo de decencia y dignidad le queda a la obsoleta institución llamada monarquía debe tomar una decisión y rápido.
Es penoso lo que está ocurriendo en este país, y como ya he comentado lo que más me preocupa es la velocidad de los acontecimientos. Destrucción del estado del bienestar con recortes y más recortes, degradación de los sistemas públicos, ausencia de asunción de responsabilidades por parte del equipo de gobierno, desaparición de la escena pública del presidente, cortinas de humo constantes para tapar los problemas serios que afectan a todos… en fin, que hoy me cunde un poco el desánimo y supongo que me impide expresarme con la energía habitual, pero espero y deseo que seamos capaces de recomponer este desaguisado, espero que podamos volver a construir el legado que toda generación futura se merece tener y que en la medida de lo posible sea mejor, pública y universal.
Salud.
Entiendo que su mentor y padre político era gran aficionado a la caza, y no en vano, cuando traicionó a su padre biológico y fue corriendo a los pechos de Francisco, sabía que había tradiciones que hay que mantener. Entre otras mantenerse a toda costa como jefe de estado. Y la caza.
Esto ya no es una cuestión de izquierdas o de derechas. Lo que es injustificable no hay tendencia política que pueda disfrazarlo de moral. O de normal. No se trata ni siquiera de mezclar la cuestión de si República o monarquía. Eso es una traición a la patria que dirían ellos. Es un “me parto el culo de vuestra crisis y ahí que os vayan dando súbditos de mierda”, es algo que no podemos dejar pasar. Juan Carlos de Borbón no está para asumir su responsabilidad de jefe de estado y por ese motivo debe dimitir, abdicar o como quieran llamarlo. Por ejemplo cese temporal de sus obligaciones laborales. Y mientras este país siga siendo un cachondeo y se imponga el “coñobernardismo” pues que coja su jubilación y se marche con sus quehaceres de regio yayo. Pero ese ciudadano llamado Juan Carlos, que tanto defienden una parte de los ciudadanos ya sean monárquicos, juancarlistas o simplemente límites en determinadas competencias, debe irse. Y si algo de decencia y dignidad le queda a la obsoleta institución llamada monarquía debe tomar una decisión y rápido.
Es penoso lo que está ocurriendo en este país, y como ya he comentado lo que más me preocupa es la velocidad de los acontecimientos. Destrucción del estado del bienestar con recortes y más recortes, degradación de los sistemas públicos, ausencia de asunción de responsabilidades por parte del equipo de gobierno, desaparición de la escena pública del presidente, cortinas de humo constantes para tapar los problemas serios que afectan a todos… en fin, que hoy me cunde un poco el desánimo y supongo que me impide expresarme con la energía habitual, pero espero y deseo que seamos capaces de recomponer este desaguisado, espero que podamos volver a construir el legado que toda generación futura se merece tener y que en la medida de lo posible sea mejor, pública y universal.
Salud.
1 comentario:
Al menos parece que ha desaparecido esa inmunidad que tenía la Casa Real, a la que se le tapaba todo. Nunca había visto tanta crítica a la monarquía, como ahora. No creo que le quede demasiado. Como apuntas, es cuestión de decencia.
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