Diferentes problemas con la conexión han hecho que no pudiera actualizar el blog estos días, para alivio de muchos y disgusto de uno. Una vez subsane estos problemillas volveré a la carga con mis despropósitos e incoherencias cibernéticas.
No quiero marcharme sin recordar a los lectores que... vaya por dios...se me ha olvidado lo que quería decir. Bueno pues eso, os emplazo a esperar pacientemente a la próxima entrega de mis demencias urbanas.
Un ferviente abrazo revolucionario para ellos y un besito en la mejilla para ellas.
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