Acabáramos. Aquí todos preocupados por temas banales como el terrorismo, el paro, la especulación urbanística, y nadie se preocupa de los problemas de verdad. Mentes hedonistas en un mundo cruel. Pero como podemos ser así de mundanos y egoístas… Menos mal que de vez en cuando se descuelga algún adalid filántropo que vive con un único fin: sacarnos de nuestra ignorancia simplista y aletargada. Los amiguetes del Bloque Nacionalista Gallego han fijado las prioridades serias, aquello que debería preocuparnos hasta el insomnio, pero que nosotros, en un ejercicio de inmadurez sin parangón, hemos eludido con una irresponsabilidad sin mesura. Válgame el cielo y que me perdonen todos los metafísicos.
Resulta que entre sus nobles propuestas han recogido tres que han despertado en mi un noble interés y una recapitulación en mi humilde escala de valores. Ahí van las sensatas ideas, abróchense los cinturones. Empezaré por el final en mi recién estrenado ranking del D.N.G (Delirios Nacionalistas Galopantes): Number three (me disculparán pero es que no falo galego nasti de plasti): Que los consejeros de la Xunta se hagan llamar por sus nombre en gallego, cuestión de nomenklatura. Con dos cojones, hasta aquí cada cual que haga con su nombre y los apellidos genealógicos lo que les salga de la gónada, que para eso son suyos, ¿que quieren en gallego?, pues nada, con unos percebes y un Albariño si les place. En el Top Three del D.N.G también se encuentra en un notable y meritorio segundo lugar, c’est a dire, en el number two: Que las muñecas para el niño y la niña (no me vayan a tachar de misógino machista, perpetuador de las costumbres bárbaras del centralismo español) hablen gallego. Bieeeeen. Eso si que era un problemón. Imagínense ustedes que la muñeca quiere hacer un pis, pongamos de ejemplo, y el nene o la nena, no entiende la palabra pis, y se acaba meando encima la tierna muñequita y ya se sabe, luego hay que cambiar pañales, ropita, y eso es un trabajo duro, un coñazo, que diríamos los castellanos, si ustedes me permiten este término colonialista, que se solventaría por la vía rápida si adaptamos la comunicación a la geografía intrínseca del lugar de residencia de la muñeca. Si es que los que vivimos lastrados por el estado opresor no nos damos cuenta… Yo propongo que se hagan los muñecos con diferentes posibilidades, que se pueda elegir entre un elenco de opciones según donde se encuentre la muñeca, cuestión de hacerla más europea, mas chic. Para que hable gallego pulse uno, para que sea mañica de pro pulse dos, para que sepa hacer punto de cruz pulse tres, para convertirla en una gilipollas integral pulse cuatro, y así sucesivamente. Señores del BNG, ¿mola o no mola?
Pero a la cabeza de este ranking, en la cúspide del D.N.G, se encuentra mi favorita, la propuesta que más me ha molado, la number one, la favorita del público, la propuesta chachi piruli, que nos liberará para la eternidad del influjo españolista que se extiende cual mancha del Prestige. Como decía, el premio de hoy se lo lleva… Que las inscripciones en las lápidas de los cementerios se reescriban en gallego. Oeeeoeoeoeoeeeoe… Fabuloso, espectacular, me quedo más tranquilo sabiendo que el fastuoso sueldo que se paga a los políticos va a para a buenas manos, mentes pensantes, dedicadas al bien público y común. A ver si van a confundir a un menda de Cambados, más gallego que el queso de tetilla, con un simple ciudadano de Ritruégano del Palancar, de ascendencia ceutí. Solo faltaba… Cada uno descansa por lo siglos de los siglos en su lengua patria, que no se diga que en este consorcio de nacionalidades en el que vivimos no somos progresistas. Con un par. Así que al margen de mi voluntad de ser incinerado e introducido en un botellín, de Mahou para más señas, para descansar remojando en zumo de cebada por los restos, creo que iré pensando en una inscripción molona, con carácter, algo así como “Aquí remoja Ignacio, un gato de Madriz, ejque.”. Y a tomar por saco.
Resulta que entre sus nobles propuestas han recogido tres que han despertado en mi un noble interés y una recapitulación en mi humilde escala de valores. Ahí van las sensatas ideas, abróchense los cinturones. Empezaré por el final en mi recién estrenado ranking del D.N.G (Delirios Nacionalistas Galopantes): Number three (me disculparán pero es que no falo galego nasti de plasti): Que los consejeros de la Xunta se hagan llamar por sus nombre en gallego, cuestión de nomenklatura. Con dos cojones, hasta aquí cada cual que haga con su nombre y los apellidos genealógicos lo que les salga de la gónada, que para eso son suyos, ¿que quieren en gallego?, pues nada, con unos percebes y un Albariño si les place. En el Top Three del D.N.G también se encuentra en un notable y meritorio segundo lugar, c’est a dire, en el number two: Que las muñecas para el niño y la niña (no me vayan a tachar de misógino machista, perpetuador de las costumbres bárbaras del centralismo español) hablen gallego. Bieeeeen. Eso si que era un problemón. Imagínense ustedes que la muñeca quiere hacer un pis, pongamos de ejemplo, y el nene o la nena, no entiende la palabra pis, y se acaba meando encima la tierna muñequita y ya se sabe, luego hay que cambiar pañales, ropita, y eso es un trabajo duro, un coñazo, que diríamos los castellanos, si ustedes me permiten este término colonialista, que se solventaría por la vía rápida si adaptamos la comunicación a la geografía intrínseca del lugar de residencia de la muñeca. Si es que los que vivimos lastrados por el estado opresor no nos damos cuenta… Yo propongo que se hagan los muñecos con diferentes posibilidades, que se pueda elegir entre un elenco de opciones según donde se encuentre la muñeca, cuestión de hacerla más europea, mas chic. Para que hable gallego pulse uno, para que sea mañica de pro pulse dos, para que sepa hacer punto de cruz pulse tres, para convertirla en una gilipollas integral pulse cuatro, y así sucesivamente. Señores del BNG, ¿mola o no mola?
Pero a la cabeza de este ranking, en la cúspide del D.N.G, se encuentra mi favorita, la propuesta que más me ha molado, la number one, la favorita del público, la propuesta chachi piruli, que nos liberará para la eternidad del influjo españolista que se extiende cual mancha del Prestige. Como decía, el premio de hoy se lo lleva… Que las inscripciones en las lápidas de los cementerios se reescriban en gallego. Oeeeoeoeoeoeeeoe… Fabuloso, espectacular, me quedo más tranquilo sabiendo que el fastuoso sueldo que se paga a los políticos va a para a buenas manos, mentes pensantes, dedicadas al bien público y común. A ver si van a confundir a un menda de Cambados, más gallego que el queso de tetilla, con un simple ciudadano de Ritruégano del Palancar, de ascendencia ceutí. Solo faltaba… Cada uno descansa por lo siglos de los siglos en su lengua patria, que no se diga que en este consorcio de nacionalidades en el que vivimos no somos progresistas. Con un par. Así que al margen de mi voluntad de ser incinerado e introducido en un botellín, de Mahou para más señas, para descansar remojando en zumo de cebada por los restos, creo que iré pensando en una inscripción molona, con carácter, algo así como “Aquí remoja Ignacio, un gato de Madriz, ejque.”. Y a tomar por saco.
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