Cantautores. Como tengamos que confiar en ellos para cambiar el mundo vamos listos de papeles. No niego que su música pueda tener su aquel. El mundo de los cantautores es muy curioso. Es como una secta. Hablo de estos cantautores con letras de coro de misa de domingo que creen que vivir en Lavapiés es lo más cool, y que por ello son jóvenes comprometidos.
Ayer fui a un concierto al cual no pude entrar (es lo que tiene ir sin entrada) de un tal Marwan. Al final resultó que en la barra se escuchaba igual que dentro así que amorticé el precio de la entrada en cañas. Me regalaron el disco del chaval y éste tuvo a bien firmármelo (en breve tendré mi propio Hall of Fame en casa, con mi chupa firmada por Metallica y mi disco firmado por Marwan). El caso es que esta mañana lo estoy escuchando y no está mal, me gusta. Ahora que como quiera invadir Gibraltar después de esto, me doblegan con un paquete de kleenex. Me dijo una amiga el otro día que los jipis eran seres improductivos (y alguna cosilla más que no cuento por no herir sensibilidades, que ya se sabe, soy un moderado) y que no hacían nada por cambiar las cosas. A esta lista de seres improductivos yo añado a los cantautores que para echarse unos llantos tienen su punto, pero ya.
Saco varias conclusiones.
Uno. Los cantautores tienen un club secreto, en el cual acuerdan colaborar todos en los discos de todos. Ismael Serrano, Luis Ramiro, Marwan, Lucas, Javier Álvarez Tontxu, Carlos Chawen…
Dos. Se reúnen para ver quien cuenta el suceso más triste y otro le pone la música, generalmente con cuatro acordes. Después lloran y se sobreponen. Se abrazan y besan, porque en el submundo del compromiso social tiene que haber mucho contacto físico.
Y tres. ¿Os habeis dado cuenta que los músicos que menos consiguen encuadrar una letra en una música son los cantautores? Siempre tienen que alargar el final de una palabra. En plan “se llamaba pobreza aaaa aaaa”. Algo así.
Salud.
Ayer fui a un concierto al cual no pude entrar (es lo que tiene ir sin entrada) de un tal Marwan. Al final resultó que en la barra se escuchaba igual que dentro así que amorticé el precio de la entrada en cañas. Me regalaron el disco del chaval y éste tuvo a bien firmármelo (en breve tendré mi propio Hall of Fame en casa, con mi chupa firmada por Metallica y mi disco firmado por Marwan). El caso es que esta mañana lo estoy escuchando y no está mal, me gusta. Ahora que como quiera invadir Gibraltar después de esto, me doblegan con un paquete de kleenex. Me dijo una amiga el otro día que los jipis eran seres improductivos (y alguna cosilla más que no cuento por no herir sensibilidades, que ya se sabe, soy un moderado) y que no hacían nada por cambiar las cosas. A esta lista de seres improductivos yo añado a los cantautores que para echarse unos llantos tienen su punto, pero ya.
Saco varias conclusiones.
Uno. Los cantautores tienen un club secreto, en el cual acuerdan colaborar todos en los discos de todos. Ismael Serrano, Luis Ramiro, Marwan, Lucas, Javier Álvarez Tontxu, Carlos Chawen…
Dos. Se reúnen para ver quien cuenta el suceso más triste y otro le pone la música, generalmente con cuatro acordes. Después lloran y se sobreponen. Se abrazan y besan, porque en el submundo del compromiso social tiene que haber mucho contacto físico.
Y tres. ¿Os habeis dado cuenta que los músicos que menos consiguen encuadrar una letra en una música son los cantautores? Siempre tienen que alargar el final de una palabra. En plan “se llamaba pobreza aaaa aaaa”. Algo así.
Salud.
Muchas gracias por el disco Esther.
Disco: Marwan “Trapecista”. Producido por Ismael Guijarro y Pablo Cebrián. http://www.marwanweb.com/.
Disco: Marwan “Trapecista”. Producido por Ismael Guijarro y Pablo Cebrián. http://www.marwanweb.com/.
1 comentario:
Sé, amiguito, que estás ilusionado por tener un discazo ásí en tu poder. Pero por si se entendiera de tus palabras que los cantautores son lo peor de este mundo, que por lo visto están obligados a arreglar por no sé cuál "DECRETOLEY", ya vengo yo a defenderlos.
Y los defiendo primero diciendo que hay tantos estilos de la música de autor como individuos en sí, y por lo tanto generalizar me parece una injusticia, como siempre. Ahora, si se trata de etiquetar, de clasificar y meter a cada uno en su saco y estigmatizarle....paso también. Fito-Serrat, Ismael Serrano- Javier Khrae, Robe- Lucas Masciano... no encuentro similitudes.
Los defenderé también porque no creo que sean ellos los que se cuelguen las medallas de comprometidos. Si los comparamos con la gran mayoría de la sociedad pasiva, adormilada... es normal que parezca que hacen más que nosotros y eso...¡oh, no, horror!Es mejor atacarlo que aceptarlo... Que somos nosotros los que queremos ser los Más revolucionarios del mundo, de boquilla, digo.
Y por cierto, yo también quiero vivir en Lavapiés y tú... no andas lejos...
No voy a hablar de gustos, solo de las exigencias que se presuponen por elegir una u otra profesión.
De todas formas, pienso convencerte ;)
besos
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