No hago más que andar últimamente, y no llego a ninguna parte. Creo que siento que si me desplazo por las calles, rápido o despacio, de día o de noche, conseguiré llegar a un puerto que desconozco. Y no llego. Pero ando. No paro de hacerlo. Cada día salgo a la calle, recorro callejuelas, plazas, parques, pienso…pero nunca llego. No se donde debo llegar. Y creo que el origen de mi fracaso está en eso, en el origen, porque no se de donde salgo y sin salida no hay meta. Y vuelvo a intentarlo, vuelvo a los mismos sitios, a las mismas plazas, a los mismos parques, a las mismas calles, y a veces no se volver, no puedo hacerlo. Porque no se a donde debo volver. Ni ir. No se…
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