SERVICIOS SOCIALES PARA TODOS Y TODAS. NO A LOS RECORTES

04 marzo 2013

SOBRE MINISTROS Y PROCREACIÓN.




Dice nuestro ministro del interior que el matrimonio homosexual no garantiza la continuidad de la especie, y como tal, está en contra. De esta afirmación se desencadenan una serie de conclusiones que aún no habiéndolas verbalizado el ministro, es fácil presuponerlas, propias de su mentalidad radical, conservadora y propensa al odio. El ministro estará contra los matrimonios de personas estériles, de matrimonios entre ancianos, de matrimonios de personas con una predisposición genética a una determinada enfermedad en la que se decida no procrear, de matrimonios que usen condón en sus relaciones sexuales, o de los que sencilla y llanamente no les salga del ciruelo tener hijos. Sin embargo temo que pudiera estar a favor de las “procreaciones masivas” tales como las violaciones sistemáticas de soldados serbios a mujeres croatas, de guerrilleros hutus a mujeres tutsis (y viceversa)… Porque si el fin último que justifica todo es procrear, pues supongo que por ahí andará. Lo mucho que se preocupa este señor por la especie en general  y lo poco que lo hace por los ciudadanos en particular.

Tan preocupado por la continuidad de la raza humana y sin embargo apoyando recortes que afectan a la salud, a la educación, a los servicios sociales, al empleo, a la vivienda… Garanticemos que vivamos durante mucho tiempo aunque lo hagamos enfermos, incultos, en paro y debajo de un puente. Pero si nos casamos que sea para tener hijos. Curiosa escala de prioridades.

Más allá de estas reflexiones de un pobre ciudadano ligeramente alejado de las tesis eclesiásticas, sin afán reproductivo y con algún que otro amigo marica, soy incapaz de encontrar una definición de matrimonio donde la esencia de éste quede ligada a su labor reproductiva. En la vida civil, claro, en lo que se refiere a las creencias, cada uno con sus cuestiones esotéricas se las guisa y se las come. Pero en el ámbito privado. Y he consultado la RAE por aquello de documentarme y me encuentro lo siguiente:

Matrimonio.
(Del lat. matrimonĭum).
1. m. Unión de hombre y mujer, concertada mediante ciertos ritos o formalidades legales, para establecer y mantener una comunidad de vida e intereses.
2. m. En determinadas legislaciones, unión de dos personas del mismo sexo, concertada mediante ciertos ritos o formalidades legales, para establecer y mantener una comunidad de vida e intereses.
3. m. En el catolicismo, sacramento por el cual el hombre y la mujer se ligan perpetuamente con arreglo a las prescripciones de la Iglesia.
4. m. Pareja unida en matrimonio. En este cuarto vive un matrimonio.
5. m. Am. Fiesta o banquete con que se celebra un matrimonio.

De ello se desprende que el señor Jorge Fernández Díaz, no es sino el radical ultra conservador, el mismo que manda a sus cachorros uniformados de predisturbios a zurrar a lo que el llama antisistema de izquierdas, y que por lo que he podido observar en primera persona en las últimas manifestaciones son fundamentalmente familias con niños y personas mayores. Podría mandarles también a “limpiar” las ciudades de la gran patria española de maricones y bolleras. Todo se andará.

Lo grave del asunto es que este macho heterosexual y vigoroso ser viaje con cargo a los fondos públicos para dar charlas a adeptos ultras, que le aplauden con las orejas a cada tontuna incendiaria que vomite por su semental gaznate, porque hasta donde yo se, y ésto forma parte de mi ser cándido e inocente, el estado español es, pese a quien le pese, laico.

Y aunque que sigo sin entender como a los señores del partido popular les repatea tanto la cuestión homosexual con lo que ellos dan por culo a la población en general (hombres y mujeres), y visto como están dejando hecho unos zorros el estado de bienestar y el estado en general, no me parece mala idea lo de la extinción de la especie, porque para lo que vamos a dejar a nuestros hijos e hijas casi mejor echamos el cierre.

Salud y República. Y mucho amor, amor en cualquiera de sus formas, porque amar es lo que nos distingue de los seres como el ministro del interior, que odian, y hacen del odio al diferente la base de su propia satisfacción.

1 comentario:

jairo F.Quindós dijo...

Tenemos una cuspide politica en el gobierno que cada vez que abren la boca sube el pan, bueno el pan los impuestos, el paro etc, etc, etc...