HUGO CHÁVEZ Y EL CHAVISMO SEGUIRÁN.

Ha muerto Hugo Rafael Chávez Frías. El cáncer no le dejó terminar la revolución, aunque esta revolución bolivariana de América Latina siempre estará sin acabar, siempre que en el exterior perviva la amenaza del capitalismo salvaje. Así que nos sobrevivirá a todos y todas, y espero lo haga por mucho tiempo.

Los españoles que acostumbran a informarse por los medios convencionales, sabrán muchas cosas del comandante Chávez. Sabrán sus salidas de tono, sus brusquedades histriónicas, sabrán incluso que era un ferviente creyente que blandía la Biblia y la constitución bolivariana siempre que podía. Sabrán que el jefe de estado elegido por el dictador Francisco Franco para este nuestro tan democrático estado español le mandó callar tan campechano él, delante de un foro internacional. Sabrán Muchas cosas, de hecho sabrán todas las que los medios han querido sacar a flote.

Después está la fábula, el hablar del comandante Chávez directamente como un dictador, que digo yo que te puede gustar más o menos, pero negar que se ha sometido a más votaciones, mociones de confianza y referemdums que todos los dirigentes europeos juntos, sería quedar en evidencia por ignorante.

No se trata de defender sus formas, que yo mismo he sido muy crítico con ellas, y no hablemos de esa fe exacerbada que me chirriaba cada vez que sacaba a relucir a dios, a Jesús y a la tan manoseada Biblia que parecía llevar siempre consigo. Se trata de valorar el fondo, el legado de una persona que va a perdurar guste o no, como lo hizo su tan inspirador Bolívar. Su gestión se resume en todo aquello que no hace, por ejemplo, nuestro gobierno mentiroso, permanentemente sospechoso de corruptelas y manipulación, gobierno que suelta a la policía a maltratar al pueblo porque no hay argumento que pueda convencerle.

Es decir, y mirad que es fácil de entender. Chávez llegó al poder mediante unas elecciones limpias, vio el cachondeo que se traía el gobierno saliente, el mamoneo en torno al precio del petróleo que no hacía sino perpetuar el sangrado de América latina que con tanto orgullo nacional iniciamos los españoles y dijo que basta. Multiplicó el precio del petróleo aumentando considerablemente los ingresos del país e invirtió ese dinero público en… en… a ver si lo adivináis… en los más necesitados. Los que no habían visto una tirita en su vida se encontraron con un centro de salud, los que no sabían ni como usar un lápiz,  escolarizados, los que se mojaban bajo las filtraciones de sus chabolas, una vivienda digna. Y así desarrollo múltiples acciones a través de las misiones (http://es.wikipedia.org/wiki/Misiones_bolivarianas). Y solo con eso bastaría para justificar su legado. Pero no. Hugo Chávez se dedicaba a dar explicaciones, en esas maratonianas comparecencias televisivas, y explicaba a la mujer analfabeta (por ejemplo) con medios adaptados a ésta, en que se estaba gastando el dinero ese señor de camisa roja y chándal indescriptible al que le había entregado su confianza. estaba con el pueblo si, pero además estaba cerca del pueblo.

Pues eso, cambió el país a través de una auténtica revolución desde lo más alto del gobierno, y si bien puedo estar de acuerdo en que sus formas no fueron las más correctas siempre, me quedo con el fondo. Será porque habito un país que no atina ni en el fondo ni en las formas. Pero además, y a título personal le reconozco al comandante Chávez un mérito que va más allá de su trabajo en casa. Y es su globalización del concepto “patria” haciéndolo extensible a toda América Latina. No era una patria excluyente como a las que estamos acostumbrados en este país nuestro, enfrentados los españolistas, catalanistas, vascos, etc, su patria era inclusiva, y solo dejaba fuera a las hordas capitalistas, como peligro que suponían y suponen para la revolución socialista. No solo se preocupó de los venezolanos, sino que impulsó una alianza global entre los países latinoamericanos, y a él se le unieron Argentina, Ecuador, Bolivia, Uruguay, Paraguay,… Fundó la Alianza bolivariana para los pueblos americanos frente al tratado de libre comercio auspiciado por los estados unidos de Norteamérica. Impulsó la fuerza de los países desangrados por años de dictaduras militares y colonialismos imperialistas.

En fín, que cada uno saque sus conclusiones, pero Venezuela hoy es un país más próspero, y no  por su PIB y aumento generalizado del consumo, sino precisamente porque los que no eran nadie hoy lo son,  tienen voz y han recuperado su dignidad. Y ese es el legado de Hugo Rafael Chávez Frías, y si alguien cree que puede hacerlo mejor que de un paso al frente. El pueblo y la historia le juzgarán. Al comandante Chávez ya lo han hecho, y han decidido que el chavismo se quede para siempre.

Salud y República. Y que siga la revolución bolivariana.