Resulta que se ha puesto de moda entre ciertos turistas saltar desde los balcones de sus habitaciones de hotel a las piscinas. Y como aquí parecemos más tontos que Abundio lo hemos bautizado como “balconing”. No se si son más gilipollas ellos (los turistas) o nosotros, pero en fin, al lío…
Es que nos pasamos el día prohibiendo cosas. Si hay unos pequeños seres descerebrados que quieren dar un disgusto a sus familias palmando espachurrados en un hotel en Mallorca, ¿Quiénes somos nosotros para impedirles semejante placer? Vale que son una panda de subnormales, vale. Vale que probablemente van borrachos perdidos, vale. Vale que es más que probable que eso sea el mayor alarde de imaginación que han tenido en su vida, perfecto. Pues dejadles. Que se peguen el ostión.
Para nosotros son todo ventajas. Nos evitamos tener que recibirles en años posteriores. Podemos compensar la bajada en donaciones de órganos que ha provocado el afortunado descenso de accidentes de tráfico. Y además los muy morbosos pueden pasar un rato más que agradable en Youtube.
Total que mientras no sea mi hijo, los demás que hagan lo que les salga del ciruelo. Eso si, que alguien les diga que además de darse el viaje de sus vidas, o del fin de éstas, van a joder la vida a sus madres, padres, hermanos, amigos y demás gente que a tenor de su comportamiento resulta inexplicable, pero les quieren.
Y a nosotros a ver si se nos quita la tontería de los “ing” como mobing, buling, puenting, balconing, tonting de los güeving… que parecemos memos joder…
Es que nos pasamos el día prohibiendo cosas. Si hay unos pequeños seres descerebrados que quieren dar un disgusto a sus familias palmando espachurrados en un hotel en Mallorca, ¿Quiénes somos nosotros para impedirles semejante placer? Vale que son una panda de subnormales, vale. Vale que probablemente van borrachos perdidos, vale. Vale que es más que probable que eso sea el mayor alarde de imaginación que han tenido en su vida, perfecto. Pues dejadles. Que se peguen el ostión.
Para nosotros son todo ventajas. Nos evitamos tener que recibirles en años posteriores. Podemos compensar la bajada en donaciones de órganos que ha provocado el afortunado descenso de accidentes de tráfico. Y además los muy morbosos pueden pasar un rato más que agradable en Youtube.
Total que mientras no sea mi hijo, los demás que hagan lo que les salga del ciruelo. Eso si, que alguien les diga que además de darse el viaje de sus vidas, o del fin de éstas, van a joder la vida a sus madres, padres, hermanos, amigos y demás gente que a tenor de su comportamiento resulta inexplicable, pero les quieren.
Y a nosotros a ver si se nos quita la tontería de los “ing” como mobing, buling, puenting, balconing, tonting de los güeving… que parecemos memos joder…
2 comentarios:
Hombre, a mí lo de prohibirlo me parece bien... sobre todo pensando en el pobrecito al que le toca limpiar los sesos espachurrados de estos inconscientes
Se te ha olvidado un ing...shooping...
Cuando veia esta moda en las noticias y que algunos han muerto no me daba pena por ellos sino por sus familias..que son los que al final sufren la perdida de estos "seres extraños"...
Besos.
Mar
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