TELECLOACA NO TIENE LÍMITES...

Si es que me lo ponen a güevo. Mis filias y fobias van siendo conocidas por aquí, y entre estas últimas se encuentra Tele 5. Estaba yo gozando de mi mañana cuando haciendo zapping (lo que en cristiano es cambiar compulsivamente de canal) me he encontrado con la susodicha cadena y otro de sus programas de mierda. En él una pareja separada discutía porque la mujer había apuntado sin previa consulta al retoño a clases de danza y el padre estaba disgustadísimo porque le iba a convertir en maricón (literal). Sin embargo él había apuntado a su vástago a fútbol sin notificación previa, pero es que eso es “lo normal”.

Ahora pónganse en situación. Un público cualificadísimo, unos invitados de lo más ilustrados y ahí todos opinando. Que si, que el niño iba a ser maricón, o lo que era peor “afeminado”, que no que los niños también jugaban con muñecas, que no, que mi vecina tiene niñas y juegan con barbies y mis niños con coches…

Que cada uno piense lo que quiera, que sean unos putos homófonos como el padre o unas tontas del culo como la madre que se presta a semejante espectáculo, pero es que el niño en cuestión tiene ocho años y me da en la nariz que no va a ser maricón por ir a danza, pero lo que es seguro es que con esos padres su principal dilema va a ser a quien mandar a tomar por saco primero en cuanto tenga uso de razón. Eso si no ve hoy el programa, se escapa de casa, y paga tres mil pavazos a unos sicarios para que entierren en cal viva a sus amados progenitores.

Que la fuerza te acompañe compadre, hoy y siempre, que falta te hará.

PORQUÉ ME HAN ECHADO DEL FORO DE LA BLOGOTECA DEL DIARIO 20 MINUTOS

Curiosa política la del diario 20 Minutos. Desde hace años estoy registrado en la blogoteca de este diario y aunque no soy muy participativo en el foro lo visito con frecuencia. Recientemente se me ocurrió hacer un comentario en tono jocoso pidiendo dos votos (lo cual está prohibido) simplemente para quedar por delante de otro blog que me parecía de risa y que tenía un voto más que yo.

Ello derivó en censura sin comunicado previo (me retiraron la entrada). Y posteriormente, este fin de semana, en un cruce de mensajes en el foro en el que yo insulté a los administradores (les llamé "cabrones", mal hecho y como tal me disculpé públicamente) y publiqué los mensajes privados que ellos me mandaban. Un mensaje de “advertencia” por ejemplo en el cual me instaban a no volver a publicar un mensaje privado por constituir una falta de respeto hacia ellos. Así, con dos cojones.

Como soy nuevo en la participación en el foro y carezco de peso en él (las críticas a los administradores son un clásico en el foro, pero supongo que no tienen güevos a actuar con según quien lo haga), los administradores han decidido, después de censurar y retirar todas mis entradas, expulsarme del foro, una vez más sin previo aviso. O eso o de repente mis claves de acceso han dejado de funcionar. Claves de acceso que por cierto si funcionan para la web del periódico 20 Minutos. Pero no para el foro. Curioso.

Pensaba publicar aquí los mensajes, para que se viera lo que en ellos había escrito, también mis errores, que cometerlos los he cometido. Ni se pide el voto, ni mucho menos se falta al respeto, y yo hice las dos cosas. Y por esto último, repito, pedí públicas disculpas. Por lo de pedir los votos no, eso era una coña, pero está claro que trabajar todo el día con las noticias de este país le quita el sentido del humor al más profesional de los becarios que tendrán por la redacción… Pues eso, que pensaba publicar los mensajes pero ya no tengo acceso a mi cuenta, porque como ya he comentado no me funcionan las claves.

20 Minutos me ha expulsado de su foro sin previo aviso después de hacer, a mi parecer, un asqueroso abuso de autoridad. Es su foro y que hagan lo que les salga de los güevos, pero en mi derecho estoy de explicarlo (aquí, donde no pueden censurarme) porqué yo, errores cometo, pero la educación no la he perdido.

MIGUEL Y YO.

Acabo de leer que Michael Jackson no se sentía querido. Vaya por dios. Tanta pasta que tenía el muchacho, tanta pigmentación bipolar, y al final resulta que era un infeliz. Ni con el parque de atracciones que tenía en su terruño, ni con los niños y niñas (Eh! ¿Bibiana has visto? Niños y niñas, es que me estoy haciendo de un moderno…gilipollas pero moderno) que le acompañaban cada día y cada noche (¿?) en su nidito. Con todo y con eso, el pavo lloraba por las esquinas.

Es que no se puede tener todo. Yo no tengo un duro pero soy un tío feliz. Si señor, de éstos que están contentos con su vida y con lo que le rodea en general. Reconozco que soy muy pasional, lo digo por si mañana escribo que la vida apesta y que preferiría estar muerto, que no os preocupéis. Es normal. También cabe la posibilidad de que haya estado de cañas la noche anterior. En ese caso es menos grave.

El caso es que he encontrado ciertas similitudes entre Miguel Jackson y servidor. Primero, somos hijos de familias numerosas, el cantó en un grupo con sus hermanitos que se llamaba los Jacksons Five y yo di el cante en los M. Four. El nació negro, pero negro negro y palmó siendo más blanco que la cal. Yo nací blancurrio y de lunes a viernes cuando estoy en el curro me pongo negro negro. Mi alteración en la pigmentación no solo no me cuesta sino que además me pagan. El vendió cinco trillones de discos de música y yo consigo cinco visitas diarias en mi blog (si se lee muy rápido y te saltas “trillones” es lo mismito).

A él creo que le perdían las pirulas (de hecho se perdió) y yo soy fan del Ibuprofeno. Le encantaban los niños (y niñas) y a mi también, como los perros, con correa y bozal. Y así un sin fin de cositas que han hecho que me sienta más cercano a este tipo al que llaman rey del pop. Aunque ahí pinchamos en hueso. Yo soy republicano.

TONTING DE LOS GÜEVING.

Resulta que se ha puesto de moda entre ciertos turistas saltar desde los balcones de sus habitaciones de hotel a las piscinas. Y como aquí parecemos más tontos que Abundio lo hemos bautizado como “balconing”. No se si son más gilipollas ellos (los turistas) o nosotros, pero en fin, al lío…

Es que nos pasamos el día prohibiendo cosas. Si hay unos pequeños seres descerebrados que quieren dar un disgusto a sus familias palmando espachurrados en un hotel en Mallorca, ¿Quiénes somos nosotros para impedirles semejante placer? Vale que son una panda de subnormales, vale. Vale que probablemente van borrachos perdidos, vale. Vale que es más que probable que eso sea el mayor alarde de imaginación que han tenido en su vida, perfecto. Pues dejadles. Que se peguen el ostión.

Para nosotros son todo ventajas. Nos evitamos tener que recibirles en años posteriores. Podemos compensar la bajada en donaciones de órganos que ha provocado el afortunado descenso de accidentes de tráfico. Y además los muy morbosos pueden pasar un rato más que agradable en Youtube.

Total que mientras no sea mi hijo, los demás que hagan lo que les salga del ciruelo. Eso si, que alguien les diga que además de darse el viaje de sus vidas, o del fin de éstas, van a joder la vida a sus madres, padres, hermanos, amigos y demás gente que a tenor de su comportamiento resulta inexplicable, pero les quieren.

Y a nosotros a ver si se nos quita la tontería de los “ing” como mobing, buling, puenting, balconing, tonting de los güeving… que parecemos memos joder…

TODO LO QUE TÚ QUIERAS.

Todo lo que tú quieras. Ayer se estrenó la nueva película de Achero Mañas. Creo que nunca he escrito sobre una peli pero hoy haré una excepción.

No se mucho de cine, pero si tengo que decir algo de la película es que me encantó. Me parece conmovedora y cimentada sobre un guión muy original. El argumento es extremo, pero por lo que he visto de las películas de Achero, sus argumentos suelen serlo. Y por eso me parece arriesgado, y por eso le doy más valor. En El Bola hablaba del maltrato infantil cuando aún no estaba “de moda” y él lo contó y lo bordó. En Noviembre homenajeó a los cómicos, a los actores de verdad y me fascinó. Y con Todo lo que tú quieras ha querido llevar al extremo una realidad que aún estando “de moda” se ve pero no se toca.

Achero se ha arriesgado y nos ha regalado una cinta tierna, un homenaje a las madres visto a través del amor de un padre hacia su hija. Un padre que entra en una espiral entre el juego y lo patológico llevado por el profundo amor hacia su hija Dafne, interpretada por una niña (Laura Fernández) que es para comérsela. Nunca tan pocas palabras dichas por una niña en una película pudieron llenar tanto. Juan Diego Botto nos mete en la piel del padre y nos hace sentir la angustia de tener que hacer lamentables equilibrios entre la pérdida de su mujer y la lucha por la felicidad de su hija de cuatro años.

En realidad si Achero hubiera querido arrasar en taquilla solo hubiera tenido que juntar a unas cuantas adolescentes que marcaran tetas, unos descerebrados de instituto cuya máxima preocupación fuera cuantos cubatas se iban a bajar y a cuantas tías se iban a trajinar y punto. Taquillazo.

Pero las películas de Achero son películas especiales y hasta cierto punto radicales y creo que como tal hay que verlas, sin ánimo de someterlas a una equidad real con el mundo en el que vivimos, pero si sentir las bofetadas que se reparten a fariseos, hipócritas y bienpensantes de esta sociedad nuestra que suele juzgar sin tener ni puta idea de lo que ocurre más allá de sus casas.

Así que le deseo lo mejor a esta película y a Achero, espero que su apuesta haya merecido la pena y que no vuelva a esperar siete años para grabar. Y a vosotros, los que leéis este blog os recomiendo que vayáis al cine a verla porque merece mucho la pena.

MIS FANTASMAS...

Me pregunto si prescriben los fantasmas. No me refiero a sábanas flotantes que te acojonan cuando vas con un candelabro por las escaleras del castillo. Me refiero a los fantasmas de cada uno. Esas cosas, de mayor o menor envergadura, que todo bicho viviente va almacenando en una especie de despensa infinita que quizás si que tenga final.

Y a veces lo pienso. Si mis fantasmas volverán algún día para atormentarme y cobrarse su cuota de protagonismo. Para decirme “eh colega, que nunca nos fuimos, así que vas a pagar el peaje, por cabrón”. Y pienso que mi tranquila vida normal puede sufrir un vuelco, y pensar que cosas que me parecieron moralmente correctas en unas determinadas circunstancias ahora son catalogadas como perradas estratosféricas por los puñeteros fantasmas.

Y aquí me encuentro, esperando mientras disparo a diestro y siniestro, cada vez más preparado para lo que tenga que venir, para hacer frente a unos fantasmas que poco van a poder hacer conmigo (he pasado por un divorcio amiguitos, no creo que sea peor que eso) pero con los cuales me gustaría encontrarme antes de volar en la desembocadura del Miño o por el desagüe de mi casa, para hacer una evaluación de lo que he sido y saber que nada puedo cambiar, más que aprender a vivir o a morir con ellos, mi pequeña reserva de tormentos.

TIRO AL GILIPOLLAS.

Ya lo he comentado alguna vez pero por si acaso lo reitero. Me declaro antitaurino. Considero que es un espectáculo bárbaro y cruel que no se debería permitir. Ni lo respeto ni lo tolero. Y no puedo dejar de sentir un gran regocijo interior cuando un toro mete un viaje al torero. Luego, por aquello de vivir con mis propias contradicciones, bla bla bla, me encanta el foie, se que a los cerdos los transportan en condiciones lamentables y se cría y da muerte de una forma horrible a muchos de los animales que me como.

Bien, al lío. Ayer salió en el telediario como unos antitaurinos fueron apaleados en un pueblo de Guadalajara, en Sacedón concretamente. Y al cámara de la televisión que allí grababa le cayó también, de hecho intentaron despeñarle por un terraplén. Todo ello ante la pasividad de la Guardia Civil que no impidió que les zurraran y destrozaran el coche.

Que bien que esté todo grabado, los caretos de la panda de subnormales, que supongo que ávidos de más sangre y no contentos con machacar al pobre toro, decidieron hacer dar caza a los humanos discordantes allí presentes.

Así que propongo introducir en las fiestas patronales de Sacedón, el tiro al gilipollas. Oye que en cuestiones de tradición y cultura también hay que innovar. Y si tan a favor de la violencia están en dicha pedanía, lo que propongo es que para el próximo año desembarquemos allí con unas cuantas AK-49, bien nutriditos de cargadores, juntemos a los subnormales violentos, les demos un tiempo prudente para correr (que se yo, entre diez y quince segundos) y después disparemos sin piedad para jolgorio del respetable. Y el que más tontos del culo abata que pueda cortarles el rabo y las orejas, los cuales podrían blandir mientras damos un paseíllo por las calles del pueblo.

Joder, que largo se me va a hacer este año.

Pd: si algún soplagaitas se me va a poner tierno en plan “que agresivo eres” o “estás haciendo apología de la violencia”, “viva el amor” y más chorradas parecidas, decir que si, que aunque sea denigrante no hago sino ponerme a su altura y proponer instaurar un festejo cruel y asesino, en el que se matan animales. Al fin y al cabo tan innovador no es ¿no?