Vacío me bajo, me bajo y me voy.
Este mar ya no es el mío, lo mío será caminar, sin velas, ni cabos ni patrones. Ni timones.
Por tierra no hay rumbo a la mar.
Y cuanto me gusta navegar, buscar la recta que forma el horizonte y ponerla perpendicular con la pasión, la razón y el corazón.
Pero cuando el mar te escupe arrecia fuerte, pega.
Y la sal hace que ardan las heridas, y las manos trabajadas por los cabos perdidos.
Escorado vuelvo a tierra y me bajo.
Solo quiero caminar, sin rumbo, con mi grumete que ahora será escudero.
Y quiero ver gigantes y saber que son molinos, molinos de viento que soplan lo que no llenaba en el mar.
En lo que fue mi mar.
Este mar ya no es el mío, lo mío será caminar, sin velas, ni cabos ni patrones. Ni timones.
Por tierra no hay rumbo a la mar.
Y cuanto me gusta navegar, buscar la recta que forma el horizonte y ponerla perpendicular con la pasión, la razón y el corazón.
Pero cuando el mar te escupe arrecia fuerte, pega.
Y la sal hace que ardan las heridas, y las manos trabajadas por los cabos perdidos.
Escorado vuelvo a tierra y me bajo.
Solo quiero caminar, sin rumbo, con mi grumete que ahora será escudero.
Y quiero ver gigantes y saber que son molinos, molinos de viento que soplan lo que no llenaba en el mar.
En lo que fue mi mar.
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