He estado valorando si escribir sobre el nuevo presidente afrokenianoamericano (c’est a dire, negro) de los EEUU, o sobre la Sofi, Reina de España y de las portadas en la última semana.
And the winner is… ¡La Reina! Me siento obligado, máxime cuando ya en su momento me declaré republicano y sofista. No voy a extenderme mucho, de hecho ni siquiera voy a criticar sus palabras, habida cuenta que la persona que nos las ha hecho llegar es una mujer no precisamente reconocida por sus posiciones moderadas. Y mucho menos en cuanto a religión se refiere.
A los que si voy a criticar es a los cenutrios que se han sorprendido de que la Reina Católica del Reino de España esté en contra del matrimonio homosexual, del aborto, de la eutanasia y no se cuantas cosas más. A mi me hubiera sorprendido que su majestad The Queen se hubiera posicionado contra el fornicio entre primos, porque ahí se hubiera montado un pifostio fino en su casa. O que se yo, que se hubiera hecho una sesión de fotos con una bandera republicana y la teta fuera al más puro estilo Marianne, símbolo de la revolución francesa. Pero que esta señora, cabeza consorte de una institución arcaica, obsoleta, sin sentido y de toda la vida religiosa (si alguien conoce una monarquía atea o laica manden un correo a la dirección que figura en la columna de la derecha) diga que está en contra de los matrimonios homosexuales y del aborto me deja mis escasos vellos del brazo lacios y en su sitio.
Lo que si es de coña son los comentarios críticos.”Que si la corona no se debe pronunciar”, “que si ellos se deben limitar a representar al estado” bla bla bla. No voy a decir lo que pienso sobre si la corona, e incluso los que ponen sus regias testas bajo ellas, debe pronunciarse o no. Lo que si se es que los que se quejan tienen un morro que se lo pisan, porque si Dña. Consorte hubiera dicho justo lo contrario (inconcebible), los comentarios hubieran sido que qué guay y molona es la reina, que ya era hora de que se pronunciara sobre temas tan importantes, bla bla bla…
Así que demagogia la justa señores, que a uno ya le pilla mayor esto de soportar gilipolleces de colectivos resentidos. Además a mi personalmente me la refanfinfla lo que piense la reina y muchos otros, entre ellos yo mismo.
Salud y República.
And the winner is… ¡La Reina! Me siento obligado, máxime cuando ya en su momento me declaré republicano y sofista. No voy a extenderme mucho, de hecho ni siquiera voy a criticar sus palabras, habida cuenta que la persona que nos las ha hecho llegar es una mujer no precisamente reconocida por sus posiciones moderadas. Y mucho menos en cuanto a religión se refiere.
A los que si voy a criticar es a los cenutrios que se han sorprendido de que la Reina Católica del Reino de España esté en contra del matrimonio homosexual, del aborto, de la eutanasia y no se cuantas cosas más. A mi me hubiera sorprendido que su majestad The Queen se hubiera posicionado contra el fornicio entre primos, porque ahí se hubiera montado un pifostio fino en su casa. O que se yo, que se hubiera hecho una sesión de fotos con una bandera republicana y la teta fuera al más puro estilo Marianne, símbolo de la revolución francesa. Pero que esta señora, cabeza consorte de una institución arcaica, obsoleta, sin sentido y de toda la vida religiosa (si alguien conoce una monarquía atea o laica manden un correo a la dirección que figura en la columna de la derecha) diga que está en contra de los matrimonios homosexuales y del aborto me deja mis escasos vellos del brazo lacios y en su sitio.
Lo que si es de coña son los comentarios críticos.”Que si la corona no se debe pronunciar”, “que si ellos se deben limitar a representar al estado” bla bla bla. No voy a decir lo que pienso sobre si la corona, e incluso los que ponen sus regias testas bajo ellas, debe pronunciarse o no. Lo que si se es que los que se quejan tienen un morro que se lo pisan, porque si Dña. Consorte hubiera dicho justo lo contrario (inconcebible), los comentarios hubieran sido que qué guay y molona es la reina, que ya era hora de que se pronunciara sobre temas tan importantes, bla bla bla…
Así que demagogia la justa señores, que a uno ya le pilla mayor esto de soportar gilipolleces de colectivos resentidos. Además a mi personalmente me la refanfinfla lo que piense la reina y muchos otros, entre ellos yo mismo.
Salud y República.
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