Ya estamos otra vez. Han vuelto a salir a la calle para mancillar a la democracia. Si la participación ciudadana y el derecho a manifestación es un activo en cualquier sociedad de bienestar y libertad que se precie, el pepé y sus amiguitos de la Asociación de Víctimas del Terrorismo lo emplean para erosionar la convivencia, y fomentar la crispación y la división de los españoles. Este año, a tenor de las imágenes de la televisión han invitado a otros coleguitas de la pandi: La Falange Española, ahí estaban, con sus banderas del pollo frito, sus estandartes rojinegros, y toda su parafernalia ultraderechista. La mani ha sido cuidadosamente preparada, dos personas en silla de ruedas al frente para una fácil y burda manipulación de los sentimientos ajenos, detrás el fascio sumo, emperador y de nuevo presidente, tras unas más que dudosas elecciones, de la AVT, Francisco José Alcaraz, y más atrás la plana mayor del pepé. Luego el millón largo de personas, según el risible recuento de Esperanza, ¿saben? Esa presi que tenemos en la Comunidad de Madrid que no llega a fin de mes. Pues si se quiere pluriemplear que no sea en la labor de contabilizar asistentes a manifestaciones, porque le va a ir como el culo, con perdón, y así nunca podrá dar a sus hijos el bienestar económico que se merecen.
En cualquier caso solo quería comentar un par de cosillas. Primero: un millón de personas es una mierda de asistencia si tenemos en cuenta que el pepé fleta buses desde todos los rincones de España, al igual que hace ese nido de cuervos de la AVT, malgastando la viruta en autobombo y en crear discordia, en vez de prestar una asistencia digna a las víctimas. Además, considerando que cada papi y cada mami se trae a toda la prole a la capital para que el nene y la nena aprendan a odiar y despreciar al diferente, un millón de personas me parece una cantidad miserable de asistentes (por cierto que Delegación del Gobierno ha dicho que eran 130.000 ¿¿¿¿?????).
Segundo: Ni la AVT ni el pepé quieren acabar con el terrorismo, porque si esto ocurriera carecerían de cualquier argumento para dividir esa España que con tanto ahínco defienden de cara a la tribuna. No solo no quieren acabar con el terrorismo, no hay nada mejor que el miedo para aglutinar a los ciudadanos en un ejercicio de lealtad ciega a base de mensajes cortos, simples y demagógicos, sino que lo que hace que se les erice el grip de la raqueta de pádel, es que de acabar con el terrorismo, lo hagan los sociatas, rojos, que creyeron defenestrados y erradicados por sus antepasados franquistas.
Me alegro que en esta ocasión hayan invitado a sus amiguitos de la Falange, porque ya se van descubriendo poco a poco y mostrando su verdadero espíritu de ultraderecha rancia y nostálgica del pasado. Al menos los falangistas no son mojigatos con complejos y se muestran como son: unos fascistas en extinción, para alegría de la gente de bien. Pero el nido de cuervos de la AVT y el pepé empiezan a agotarme con su miserable ansia de derrotar a los sociatas con manipulaciones viles y manis super chachis. Pena no ser antidisturbio para disolver a los alborotadores por la vía rápida, así con bolazos de goma a tutiplén y gases lacrimógenos, porrazos y demás elementos disuasorios, como hacían sus padres y abuelos con los que intentaban ejercer la libertad y la democracia hace unos años.
Por cierto:¿Dónde estaba el pepé en la manifestación contra la violencia de género que se celebraba a la misma hora en Madrid? No estaban, porque este tema como muchos otros que afectan de verdad a la mayoría de los ciudadanos les importa un güevo de pato. O eso parece. ¿Será que proporciona menos votos?
En cualquier caso solo quería comentar un par de cosillas. Primero: un millón de personas es una mierda de asistencia si tenemos en cuenta que el pepé fleta buses desde todos los rincones de España, al igual que hace ese nido de cuervos de la AVT, malgastando la viruta en autobombo y en crear discordia, en vez de prestar una asistencia digna a las víctimas. Además, considerando que cada papi y cada mami se trae a toda la prole a la capital para que el nene y la nena aprendan a odiar y despreciar al diferente, un millón de personas me parece una cantidad miserable de asistentes (por cierto que Delegación del Gobierno ha dicho que eran 130.000 ¿¿¿¿?????).
Segundo: Ni la AVT ni el pepé quieren acabar con el terrorismo, porque si esto ocurriera carecerían de cualquier argumento para dividir esa España que con tanto ahínco defienden de cara a la tribuna. No solo no quieren acabar con el terrorismo, no hay nada mejor que el miedo para aglutinar a los ciudadanos en un ejercicio de lealtad ciega a base de mensajes cortos, simples y demagógicos, sino que lo que hace que se les erice el grip de la raqueta de pádel, es que de acabar con el terrorismo, lo hagan los sociatas, rojos, que creyeron defenestrados y erradicados por sus antepasados franquistas.
Me alegro que en esta ocasión hayan invitado a sus amiguitos de la Falange, porque ya se van descubriendo poco a poco y mostrando su verdadero espíritu de ultraderecha rancia y nostálgica del pasado. Al menos los falangistas no son mojigatos con complejos y se muestran como son: unos fascistas en extinción, para alegría de la gente de bien. Pero el nido de cuervos de la AVT y el pepé empiezan a agotarme con su miserable ansia de derrotar a los sociatas con manipulaciones viles y manis super chachis. Pena no ser antidisturbio para disolver a los alborotadores por la vía rápida, así con bolazos de goma a tutiplén y gases lacrimógenos, porrazos y demás elementos disuasorios, como hacían sus padres y abuelos con los que intentaban ejercer la libertad y la democracia hace unos años.
Por cierto:¿Dónde estaba el pepé en la manifestación contra la violencia de género que se celebraba a la misma hora en Madrid? No estaban, porque este tema como muchos otros que afectan de verdad a la mayoría de los ciudadanos les importa un güevo de pato. O eso parece. ¿Será que proporciona menos votos?
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