“Cuando no tengamos que comer, comeremos dignidad”. En esta época de la televisión basura, del insulto permanente, la dignidad es un valor a la baja, hablando en términos bursátiles. La dignidad es el bagage, el tesoro de los nobles (entendiendo a éstos en términos de justicia y no de títulos), de los que caminan por la vida con honradez, sin pisar a los demás, los que actúan como deben y como pueden. Muchos serán los que sonrían con sorna al leer esto y piensen: " Ya, pero la dignidad no alimenta”. Error, ya que la dignidad hace al hombre y a la mujer más fuertes, y hace que su herencia sea más rica que todas las posesiones materiales que puedan amasar a lo largo de sus vidas. En estos tiempos de dinero, de material, del todo vale, la dignidad y la palabra son el aval de cada uno, la fuerza con la que clamar justicia cada día. Según caminemos y nos comportemos por este sendero llamado vida, cuando terminemos el recorrido, cuando compremos el billete para ese último trayecto, sabremos si de verdad hemos sido dignos. Los que hayan sido justos no viajarán solos, ya que lo harán con el recuerdo de los que le rodearon, pervivirán al permanecer en la memoria de los que se quedan. En cambio, esos que se creyeron fuertes por menospreciar al resto, los que sin cesar oprimieron a los semejantes, los que solo se preocuparon en su propio beneficio, los que impusieron sus tesis mediante la violencia inútil, esos, sacarán dos billetes para ese último trayecto, dos, uno para ellos y otro para su inseparable soledad, que fue y será su única compañera de viaje. Entonces mirarán atrás y pensaran en lo indigno de su caminar, en el dolor de esa soledad infinita, y entenderán, pero tarde, los conceptos de respeto en vez de miedo, de convivencia en vez de agresión, de verdad en vez de engaño, de entendimiento en vez de ignorancia... en definitiva entenderán que la dignidad sí alimenta, alimenta al ser humano, porque cuando te quitan todo, cuando has perdido hasta la última prenda, solo hay una cosa que te abriga y que no te podrán quitar por mucho que te violenten, y eso es lo que llevamos dentro, lo que nos hace humanos, es nuestra dignidad.
A los que viven oprimidos por una violencia tan injusta como inútil, ya sea física o psicológica. A los que cada día arrastran sus vidas por un camino de miedo, porque ellos pervivirán en el recuerdo de los dignos, y los que les oprimen permanecerán en esa posición mientras se sientan poderosos, hasta que un día conscientes de su soledad e ignorancia intenten dar un golpe de timón, pero la corriente será demasiado fuerte y naufragarán en absoluta soledad.
A los que viven oprimidos por una violencia tan injusta como inútil, ya sea física o psicológica. A los que cada día arrastran sus vidas por un camino de miedo, porque ellos pervivirán en el recuerdo de los dignos, y los que les oprimen permanecerán en esa posición mientras se sientan poderosos, hasta que un día conscientes de su soledad e ignorancia intenten dar un golpe de timón, pero la corriente será demasiado fuerte y naufragarán en absoluta soledad.
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