Querido amigo Jorge, leo estupefacto y no sin cierto desasosiego que trabajas de becario y que solo te levantas cuatrocientosypico leuros al mes. Es una vergüenza. Es una vergüenza que se te remunere de esa forma tan miserable un trabajo que probablemente sea de cierta responsabilidad, por no hablar de las condiciones sodomizantes que rigen la vida laboral de los becarios en este país.
No obstante mi estupefacción se prolonga por tus quejas acerca de lo poco que te da de si tu economía, no porque piense que debiera cundirte más, sino por la distribución que haces de la misma dado que vives con tus padres y leo en tu particular lista que tu contribución a las cargas del hogar son cero (esta entrada no va dirigida a los que tienen que contribuir a la economía familiar en sus domicilios paternos por la precariedad de la situación). De esos cuatrocientos largos euros dedicas la mitad a salir y a ropa. Bien, estás en tu derecho de distribuirte el presupuesto como te pete, pero claro, si ganas eso y vives con tus padres, que tengas el cuajo aún de pedirles pasta me parece demasié. Obvia decir que con ese sueldo aunque comieras una vez cada cinco días no te independizas. Lo que pasa es que hoy en día en el que reivindicamos todo lo que nos pasa por delante mezclamos churras con merinas, y aquí es donde me van a caer los palos.
Los sueldos son miserables, las viviendas muy caras, incluso los alimentos básicos han subido de precio que para apurarlos vamos a tener que comernos los huevos con cáscara para que nos den más de si. Pero colegas y seres humanos en general, se vive con mucho menos de lo que farfullamos. Os lo digo yo. En una capital como Madrid con mil pavazos puedes vivir. No puedes hacer proyecciones de futuro, ni puedes aspirar a la cómoda vida de casa de los señores padres, pero se puede vivir. Lo que no podemos es gastarnos la mitad del sueldo en copas y viajes con los colegas, o no podemos comer solomillo, o no podemos comprarnos jueguecitos de la Wii cuando nos brota la vena friki. No podemos pagarnos la letraca de un coche nuevo con su correspondiente seguro, no podemos ir al cine todas las semanas etc etc
Pero de ahí a decir que no se puede vivir me parece un insulto al intelecto, estar desapegado de la realidad y no tener ni puta idea de cómo viven miles de familias en este país. Que viven con menos y son más. Y como no, muy propio de este patio de vecinos cabreados que es España, echar la culpa al otro de nuestras miserias.
Así que a modo de conclusión querido amigo Jorge te cuento un tema en formato resumen. Es una vergüenza lo de tus condiciones laborales, las tuyas y las de mucha gente, por lo que considero que tienes sobrados motivos para protestar tú y todos. Pero no cuentes monsergas sobre que no te da para nada el sueldo cuando te gastas más de la mitad en fiestones porqué lo que quieres es un sueldo que te permita compatibilizar tu adolescente vida loca con las responsabilidades que soporta un adulto en lo que a gastos se refiere, y no es por joderte la aspiración, pero eso va a estar un pelín chungo colega. Hoy y siempre, lo que hay que plantearse llegados a este punto es si el problema es de sueldo o de madurez. Digo.
No obstante mi estupefacción se prolonga por tus quejas acerca de lo poco que te da de si tu economía, no porque piense que debiera cundirte más, sino por la distribución que haces de la misma dado que vives con tus padres y leo en tu particular lista que tu contribución a las cargas del hogar son cero (esta entrada no va dirigida a los que tienen que contribuir a la economía familiar en sus domicilios paternos por la precariedad de la situación). De esos cuatrocientos largos euros dedicas la mitad a salir y a ropa. Bien, estás en tu derecho de distribuirte el presupuesto como te pete, pero claro, si ganas eso y vives con tus padres, que tengas el cuajo aún de pedirles pasta me parece demasié. Obvia decir que con ese sueldo aunque comieras una vez cada cinco días no te independizas. Lo que pasa es que hoy en día en el que reivindicamos todo lo que nos pasa por delante mezclamos churras con merinas, y aquí es donde me van a caer los palos.
Los sueldos son miserables, las viviendas muy caras, incluso los alimentos básicos han subido de precio que para apurarlos vamos a tener que comernos los huevos con cáscara para que nos den más de si. Pero colegas y seres humanos en general, se vive con mucho menos de lo que farfullamos. Os lo digo yo. En una capital como Madrid con mil pavazos puedes vivir. No puedes hacer proyecciones de futuro, ni puedes aspirar a la cómoda vida de casa de los señores padres, pero se puede vivir. Lo que no podemos es gastarnos la mitad del sueldo en copas y viajes con los colegas, o no podemos comer solomillo, o no podemos comprarnos jueguecitos de la Wii cuando nos brota la vena friki. No podemos pagarnos la letraca de un coche nuevo con su correspondiente seguro, no podemos ir al cine todas las semanas etc etc
Pero de ahí a decir que no se puede vivir me parece un insulto al intelecto, estar desapegado de la realidad y no tener ni puta idea de cómo viven miles de familias en este país. Que viven con menos y son más. Y como no, muy propio de este patio de vecinos cabreados que es España, echar la culpa al otro de nuestras miserias.
Así que a modo de conclusión querido amigo Jorge te cuento un tema en formato resumen. Es una vergüenza lo de tus condiciones laborales, las tuyas y las de mucha gente, por lo que considero que tienes sobrados motivos para protestar tú y todos. Pero no cuentes monsergas sobre que no te da para nada el sueldo cuando te gastas más de la mitad en fiestones porqué lo que quieres es un sueldo que te permita compatibilizar tu adolescente vida loca con las responsabilidades que soporta un adulto en lo que a gastos se refiere, y no es por joderte la aspiración, pero eso va a estar un pelín chungo colega. Hoy y siempre, lo que hay que plantearse llegados a este punto es si el problema es de sueldo o de madurez. Digo.
2 comentarios:
sin duda una carta muy bien dirigida turula, lo cierto es que en el tema de madurez aqui estamos en el pargulo, es que la gente no mira lo que cuestan las cosas, es la cultura del vivir por encima de nuestras posibilidades.
Como se suele decir, "hay de tó". Es peligroso generalizar, aunque no niego que hay gente joven como la que describes. Sobre todo,valoro que hayas dado un punto de vista alternativo a esta temática.
¡Un abrazo!
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