FELIZ AÑO TURULATOS.

Se nos marcha el año 2.011. Para no volver. Y la verdad es que han pasado cositas curiosas este año. Hoy para romper la tradición de cascarrabias solo hablaré de las buenas. A parte de mi vida normal, con mi gente normal, mi trabajo normal y mi casa normal, todas ellas participes de mi extraordinaria vida normal, debo destacar de este año el 15-M. Las “revoluciones” a escala mundial que han sido como un soplo de aire fresco entre tanta crisis y tanta mierda. Bueno, digamos que más que soplo ha sido un soplidito. Pero ha sido. Y a mi me ha aliviado, como cuando nuestra madre nos soplaba en ese raspón que nos hacíamos al caer. La primavera árabe, la #spanishrevolution (como me ha chirriado y me chirría ese término) y las revueltas globales. Por fin hemos globalizado algo que no sea el capital y los métodos productivos devastadores que nos están llevando de cabeza a yoquesequecosa.

Por eso ha merecido la pena estar ahí, aquí, con todos dando batalla cada uno a su manera, cada uno como sabe, cada uno como puede. Pero hemos dado guerra todos juntos y debemos seguir dándola. Porque para el año 2012 os deseo salud a los enfermos, felicidad a los tristes, trabajo a los desempleados (sois desempleados, no parados, porque parar seguro que no paráis), os deseo lo mejor y os invito a construirlo. ¿El qué? Pues eso, a construir lo mejor, porque solo si lo hacemos entre todos, como cada uno sabe, solo de esa manera haremos un mundo más justo y eso si que será un legado que dejar a los nuestros, eso si será un regalo. Y todos podemos aportar, desde casa, desde la calle, desde los trabajos. Podemos echar una mano, ayudar al de al lado, que no cuesta nada coño, y da un gustazo incomparable… y queda ahí, y poco a poco debemos aprender a pensar en el de al lado, para después pensar en el de más allá.

Todos somos mucho más que la suma de las partes, y sin esas partes nunca conformaremos un todo global, pero global de verdad, donde compartamos miserias y grandezas, donde nadie se quede atrás.

Así que ahí queda mi deseo, que nos volvamos a ver todos el año que viene, que nos hablemos, nos leamos y nos contemos. Que nos queramos, que al fin y al cabo cuesta lo mismo que echar pestes del prójimo pero que bien se nos da esto último y como nos cuesta querer. Solo juntos haremos este mundo un poco mejor, ya lo dijo Rafiki, el mandril del Rey León, todo gran camino se empieza con un primer paso. Estoy seguro que ese paso lo hemos dado. Sigamos andando.

¡Feliz año turulatos!

¡Salud y República. Hoy y siempre hasta la victoria!