El mes pasado presenté este relato a un certamen que organizaba RENFE. El requisito era que no debía exceder de 99 palabras. Y el tema “El tránsito, el viaje, el movimiento hacia un destino”. Ya se ha fallado, así que lo cuelgo aquí.
El recuerdo de aquella noche hacía pensar que había ocurrido. Pero ni siquiera así estaba seguro. El horizonte se alzaba en frente como una inmensa fortaleza lejana, como el final de un tránsito hacia alguna parte. O quizás hacia ninguna.
Y de pronto, sin apenas notar el suave vaivén que mecía mis recuerdos, escuché el timbre de la estación que anunciaba la llegada a mi destino. ¿Y si me la imaginé? Miré.
Bajo un paraguas rojo me devolvió la sonrisa que le regalé aquella noche. Entonces supe que había merecido la pena.
Y de pronto, sin apenas notar el suave vaivén que mecía mis recuerdos, escuché el timbre de la estación que anunciaba la llegada a mi destino. ¿Y si me la imaginé? Miré.
Bajo un paraguas rojo me devolvió la sonrisa que le regalé aquella noche. Entonces supe que había merecido la pena.
2 comentarios:
No sé si has ganado o no, pero me ha parecído realmente precioso.
Felicidades.
Saludos cordiales.
Que bonito...es precioso ese instante.
Besos.
Mar
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