Ahí va mi pequeña aportación políticamente incorrecta del día. Estoy seriamente preocupado por el futuro de Cuba. Estuve allí en el año 1.998, acogido por un matrimonio encantador que nos trató como si fuéramos sus hijos. La casa estaba en Matanzas, que no es sino la capital de la provincia que lleva el mismo nombre y donde se encuentra el archiconocido Varadero. Cuba es distinta. Si bien es cierto que se respira un clima propio de los países que no gozan de plena libertad política, la realidad es que no se vive en un clima de opresión tal y como nos quieren mostrar determinados grupos mediáticos.
Estoy preocupado porque Cuba es ahora un caramelito para los ávidos ultraderechistas anticubanistas de Miami. Digo anticubanistas porque no son anticastristas, no quieren el final de Castro, quieren volver a convertir Cuba en el burdel y casino, en el reino de los excesos de los EE.UU, como ya lo fue durante la dictadura de Fulgencio Batista. Lo pueden disfrazar de derechos humanos, de libertad de expresión o de cualquier discurso demagógico que predisponga a los que quieran oír sus arengas a la simpatía infinita, pero en Miami se quiere hacer negocio con Cuba. Se quiere mercadear con el espíritu de una Revolución que liberó al pueblo de los excesos de un imperialismo violento, que degrada y pervierte; se pisotea aquello que anheló José Martí, en lo cual se asienta gran parte del actual espíritu cubano. Son mercenarios, derechistas, algunos de los cuales han participado en intentos golpistas violentos, como el que causó la muerte a un turista italiano hace unos años. Si se deja actuar a los mercenarios de Florida, con el reprochable pero natural apoyo del borracho que gobierna el país con mayor deuda externa del planeta, los EE.UU, y su hermanito, el cual le regaló su primer mandato amañando las alecciones, se estará violando al pueblo de Cuba, amparados en la mentira, convirtiendo este ataque en la puntilla de la asfixia económica a la que ha sido sometido de forma vergonzosa durante muchos años.
Pero parece que lo único que preocupa es que le den boleto al Comandante. Debo reconocer que los excesos que ha promovido en los últimos 47 años no son santo de mi devoción, no cuadran excesivamente bien con mi forma de pensar. No obstante la esencia de la Revolución que puso fin años de opresión imperialista en Cuba es lo que debería permanecer una vez pase a mejor vida Fidel. Y debería permanecer porque se ha demostrado que se puede vivir ajeno al imperialismo económico, aún siendo hostigado sin tregua por éste. No me cabe la menor duda que muchos cubanos estarán deseosos de zambullirse en el capitalismo salvaje que inevitablemente ellos asocian con bienestar. Esto ocurre porque observan a los países neoliberales como se mira un escaparate. Ellos no saben de infraviviendas en España, de salarios míseros o de violencia gratuita por doquier. Ellos saben lo que se les dice y leen en algunas revistas del corazón. Ellos ven turistas manejando dólares, regalándoles obsequios que a lo mejor ni siquiera necesitan. ¡En Cuba tienen bolígrafos por Dios! Lo digo por esas hermanitas de la caridad (suelen ser mujeres) que vienen todas orgullosas, negras tizón de sus 12 horas diarias al sol en su hotelito de Varadero con un todo incluido, diciendo algo así como “pobreciiiitos míos los niños de Cuba, no tienen de nada, vamos que saqué un boli para darle mi teléfono y mis ganas de vivir al mulatazo profesor de salsa, que por cierto se llamaba Calitos y meneaba las caderas que daba gusto, y me dijo que si se lo regalaba para su primita coja que vive en el campo y no tiene con que escribir en la escuela.” Vamos, que estoy a puntito de terminar tu busto en bronce para colocarlo en la entradita de mi casa, que por cierto chica es moníiiiisima, justo entre la de la madre Teresa de Calcuta y la de Juan Pablo II... guajira. En Cuba piden algunos porque les hará falta, en todos sitios cuecen habas, y otros porque saben que vamos predispuestos a ofrecer nuestro espíritu solidario liberal al primero que pase. Y si consigo darte mucha pena, mejor.
No se quien ha hecho más daño a Cuba, si Fidel Castro o nuestro espíritu benevolente que no hace sino potenciar el ansia de tener, poseer, acaparar. Lo que está claro es que el principal enemigo de Cuba son los EE.UU y los anticubanos que han ocupado Florida. Con sus políticas terroristas y de opresión económica y moral han intentado desestabilizar a un gobierno sin haberlo conseguido, pero han maltratado a un pueblo que vive con sus limitaciones pero con su integridad intacta. El espíritu de la Revolución debería permanecer para siempre vivo, no a través de Camilo Cienfuegos, ni del Ché, ni de Fidel, sino a través de un espíritu de lucha que hace que la utopía pueda ser realidad, que si el Cuartel Moncada no cae hoy, caerá mañana, porque al final, lo que ellos tienen (además de los puñeteros bolígrafos), es ser un pueblo orgulloso de serlo.
Hasta la Victoria Siempre.
Patria o Muerte.
¡VENCEREMOS!
Estoy preocupado porque Cuba es ahora un caramelito para los ávidos ultraderechistas anticubanistas de Miami. Digo anticubanistas porque no son anticastristas, no quieren el final de Castro, quieren volver a convertir Cuba en el burdel y casino, en el reino de los excesos de los EE.UU, como ya lo fue durante la dictadura de Fulgencio Batista. Lo pueden disfrazar de derechos humanos, de libertad de expresión o de cualquier discurso demagógico que predisponga a los que quieran oír sus arengas a la simpatía infinita, pero en Miami se quiere hacer negocio con Cuba. Se quiere mercadear con el espíritu de una Revolución que liberó al pueblo de los excesos de un imperialismo violento, que degrada y pervierte; se pisotea aquello que anheló José Martí, en lo cual se asienta gran parte del actual espíritu cubano. Son mercenarios, derechistas, algunos de los cuales han participado en intentos golpistas violentos, como el que causó la muerte a un turista italiano hace unos años. Si se deja actuar a los mercenarios de Florida, con el reprochable pero natural apoyo del borracho que gobierna el país con mayor deuda externa del planeta, los EE.UU, y su hermanito, el cual le regaló su primer mandato amañando las alecciones, se estará violando al pueblo de Cuba, amparados en la mentira, convirtiendo este ataque en la puntilla de la asfixia económica a la que ha sido sometido de forma vergonzosa durante muchos años.
Pero parece que lo único que preocupa es que le den boleto al Comandante. Debo reconocer que los excesos que ha promovido en los últimos 47 años no son santo de mi devoción, no cuadran excesivamente bien con mi forma de pensar. No obstante la esencia de la Revolución que puso fin años de opresión imperialista en Cuba es lo que debería permanecer una vez pase a mejor vida Fidel. Y debería permanecer porque se ha demostrado que se puede vivir ajeno al imperialismo económico, aún siendo hostigado sin tregua por éste. No me cabe la menor duda que muchos cubanos estarán deseosos de zambullirse en el capitalismo salvaje que inevitablemente ellos asocian con bienestar. Esto ocurre porque observan a los países neoliberales como se mira un escaparate. Ellos no saben de infraviviendas en España, de salarios míseros o de violencia gratuita por doquier. Ellos saben lo que se les dice y leen en algunas revistas del corazón. Ellos ven turistas manejando dólares, regalándoles obsequios que a lo mejor ni siquiera necesitan. ¡En Cuba tienen bolígrafos por Dios! Lo digo por esas hermanitas de la caridad (suelen ser mujeres) que vienen todas orgullosas, negras tizón de sus 12 horas diarias al sol en su hotelito de Varadero con un todo incluido, diciendo algo así como “pobreciiiitos míos los niños de Cuba, no tienen de nada, vamos que saqué un boli para darle mi teléfono y mis ganas de vivir al mulatazo profesor de salsa, que por cierto se llamaba Calitos y meneaba las caderas que daba gusto, y me dijo que si se lo regalaba para su primita coja que vive en el campo y no tiene con que escribir en la escuela.” Vamos, que estoy a puntito de terminar tu busto en bronce para colocarlo en la entradita de mi casa, que por cierto chica es moníiiiisima, justo entre la de la madre Teresa de Calcuta y la de Juan Pablo II... guajira. En Cuba piden algunos porque les hará falta, en todos sitios cuecen habas, y otros porque saben que vamos predispuestos a ofrecer nuestro espíritu solidario liberal al primero que pase. Y si consigo darte mucha pena, mejor.
No se quien ha hecho más daño a Cuba, si Fidel Castro o nuestro espíritu benevolente que no hace sino potenciar el ansia de tener, poseer, acaparar. Lo que está claro es que el principal enemigo de Cuba son los EE.UU y los anticubanos que han ocupado Florida. Con sus políticas terroristas y de opresión económica y moral han intentado desestabilizar a un gobierno sin haberlo conseguido, pero han maltratado a un pueblo que vive con sus limitaciones pero con su integridad intacta. El espíritu de la Revolución debería permanecer para siempre vivo, no a través de Camilo Cienfuegos, ni del Ché, ni de Fidel, sino a través de un espíritu de lucha que hace que la utopía pueda ser realidad, que si el Cuartel Moncada no cae hoy, caerá mañana, porque al final, lo que ellos tienen (además de los puñeteros bolígrafos), es ser un pueblo orgulloso de serlo.
Hasta la Victoria Siempre.
Patria o Muerte.
¡VENCEREMOS!
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