SOBRE IGUALDAD, CONFRONTACIÓN Y MENTIRAS.

La que ha liado el señor Toni Cantó. Mira que este sujeto no es santo de mi devoción, y el partido político en el que milita ni os cuento, pero una cosa es que se pasara de frenada con sus declaraciones, y otra muy distinta que haya temas sobre los que no se pueda opinar en este país. Y es que ha sido el mayor error que ha cometido el señor Cantó, decir algo (sin aportar documentos que lo corroboren) contrario a la línea bien pensante, e inclusiva de esta ¡oh! Joven democracia española. Con la de Torquemadas que hay sueltas por ahí… Y como quiera que no me gustan los toros ni el fútbol, voy a entrar al trapo en este otro gran entretenimiento de nuestra querida patria. Opinar sin tener ni puta idea del tema a tratar (aunque en mi caso algo de conocimiento si que tengo, pero es que me apetecía hacer referencia a ese espíritu de tertuliano lenguaraz que domina las ondas patrias).

No soy sospechoso de defender, amparar, tolerar ni respetar la violencia de género, pero estos días he escuchado auténticas barbaridades en un país en el que se puede hacer todo tipo de chanzas sobre los hombres (esta mañana sin ir más lejos el último anuncio de una marca de vehículos en el que el chico le dice a su novia “da igual lo que yo piense cariño…” y la otra le contesta “que más puedo pedir…”) pero como mentes al género femenino estas jodido, y si eres persona pública, más.

Sorprendente dato el de las denuncias por violencia de género falsas, y más curioso aún que todos los que se han llenado la boca en redes sociales varias sepan a ciencia cierta de lo que están hablando. Creo que el señor Cantó patinó al decir “la mayoría” o “la mitad” pudiendo decir “muchas de las denuncias” (no olvidemos que a pocas que haya, interponer una denuncia a sabiendas de que es falso es de por si lo suficientemente grave como para que dos ya sean muchas), y sobretodo creo que tenía que haber aportado datos. Ahora bien, cuándo las adalides de la igualdad rebaten estos números y dicen que un porcentaje ínfimo son denuncias falsas (véase y según el informe del ministerio 26 de cada 134.000, c’est a dire 0,01%) yo me quedo cuanto menos sorprendido, sino dubitativo. ¿Dentro de estos datos están los juicios por violencia de género que terminan en absolución? O también las denuncias que no se admiten a trámite por no tener siquiera una base en la que fundamentarse. O las que se archivan por carecer de recorrido. Lo digo porque yo sin ir más lejos, y sin esforzarme mucho conozco tres casos de archivo. Estadísticamente y si me atengo a los datos que usan las que linchan al señor Cantó, conozco a muchísimas mujeres a las que no se tiene en consideración su denuncia. Ojo que es distinto que la denuncia sea falsa y que se archive, o se absuelva al acusado. Una denuncia puede ser cierta y sin embargo que el supuesto perpetrador se vaya de rositas. Y si no que se lo digan a tanto corrupto.

La ley de violencia de género, dio potestad a los jueces para establecer medidas civiles en el plazo de 72 horas desde la denuncia. Es decir, decidir sobre la casa y los niños (esos gran olvidados en los episodios de violencia de género), lo cual no me extraña que la tradicional desventaja de los varones en los lances de separación, unido a la picaresca española, y la mala baba que empuja a las dos partes en estos procesos habitualmente hayan dado en algún caso como resultado que la supuesta víctima o el supuesto abogado de ésta, haya caído en la tentación de recurrir a la vía de la denuncia por malos tratos. Y tranquilas, que decir esto no me convierte ni en machista, ni en maltratador. Es un dato que conozco, lo se y me consta (no me lo han contado).

Y por cierto, hay que decirlo bien claro, y creo que el señor Cantó lo dijo ya en sede parlamentaria, las criterios aplicables en las separaciones en este país son machista hasta decir basta, porque parten de la premisa de que los hijos comunes pertenecen a la madre, o sino pertenecen, al menos existe un vínculo preferente con ellos que prima a la hora de asignar la custodia (aquí si que digo que muchas veces los progenitores no piensan en los menores, sino que lo hacen en el mejor de los casos pensando en si mismos, cuando no, en el peor, para hacer daño al ex cónyuge). Pues el caso es que no he escuchado a muchas de estas mujeres abanderadas de la igualdad clamar contra ese precepto machista, no. Se ve que a veces les gusta que les abran la puerta. Depende a quien beneficie el machismo cultural que venimos arrastrando y que en la medida que les beneficia, ayudan a perpetuarlo. En caso de separación saber que echarán al hombre de casa y le impedirán el normal contacto con sus hijos (por los que además cobrarás una pensión, en algunos casos desproporcionada en relación al gasto que se tiene por el hijo), por el mero hecho de ser varón, mola ¿no? Pero igualdad no parece mucha ¿no?

Vivimos en una sociedad en la que se puede decir que “mi marido es un calzonazos y al final las decisiones las tomo yo”, provocando burla pública en los hombres y complicidad en las mujeres, pero si dices “mi mujer es una inútil y si no le digo como hacer las cosas sería una manirota” poco menos que te meten en la cárcel y tienes a una marabunta de hembristas en celo pidiendo tu cabeza.

Se de lo que hablo, porque son ya muchos años trabajando en esto, atendiendo a víctimas de violencia de género, interviniendo con familias en crisis y familias rotas, menores destrozados,  observando hasta donde puede llegar la inquina en los padres y las madres… y si, aunque a mucha hembrista le cueste reconocerlo las mujeres también hacen cosas mal. Si si, en serio. Dadle una vuelta.

Salud y República.