Mañana
es 14 de Noviembre de 2.012. Hay convocada la segunda Huelga General en seis
meses en el Estado Español. A esas alturas de la película, todo ciudadano
responsable está enterado de lo que está ocurriendo, de lo que se ha venido
haciendo, el punto en el que estamos y fácilmente podrá predecir lo que está
por llegar.
Seguir
mareando la perdiz y contando como los responsables políticos han desmembrado
el estado del bienestar, aniquilando la igualdad a través del deterioro
intencionado de la educación pública, la sanidad pública, los servicios
sociales públicos, es retrasar la acción. Y me da la sensación que es una
estrategia de algunos y algunas para camuflar su miedo, su incapacidad o su
falta de voluntad para hacer oposición a estos desmanes mediante la acción
directa.
El
gobierno español, con el Partido Popular a su cabeza intenta reprimir por la
fuerza el ejercicio de la verdadera democracia, la participación activa del
pueblo soberano en la toma de decisiones, en la construcción de una sociedad
mejor y más solidaria. Endurece las penas e inventa nuevos delitos solo
existentes en el imaginario conservador, sin embargo nada hace para perseguir a
defraudadores, corruptos y explotadores.
Hace
mucho tiempo (esto no lo inventa el 15M ni Cándido Méndez) que nuestros abuelos
iniciaron el camino del bienestar, hace tiempo que se asentaron los pilares del
estado de derecho, que sin ser los idóneos, eran una buena base. Ahora,
aquellos que usan la democracia como arma legitimadora de la dictadura del
capital, quieren demolerlo todo. Quieren dejarnos sin nada. Quieren vender al
mejor postor (y/o amiguete) lo que es de todos, sin el consentimiento del
pueblo.
Por
eso creo que ya está bien de tanta dialéctica y tanta reunión. Y está bien de
dilatar en el tiempo lo que debiera haberse producido hace mucho tiempo y que
no es sino otorgar a los responsables de este disparate más tiempo para
acometer más desmanes. Hay que pasar a la acción, hay que demostrar a los
políticos que no vale todo, que esto no es democracia. Así que habrá que
ubicarse cada uno en el lugar que ocupa, definirlo y ser consecuente.
Los
que apoyen la esquilmación, la corrupción, el despilfarro, la intencionada
ineptitud recaudatoria, la degradación del bienestar, la intensificación en las
diferencias entre estratos sociales, la condena a la beneficencia de los más
vulnerables, la desatención a colectivos desprotegidos, la persecución de las
personas migrantes, la condena del diferente, la expulsión de su hogar a
familias en crisis... Todos ellos que avalan con su voto estas medidas que no
son otras que las del Partido Popular y en buena medida las del Partido
Socialista (y del PNV, CiU, Foro…) y lo reconocen, cuanto siento que exista
gente como vosotros, pero os reconozco coherencia y franqueza. Os prefiero a
los segundos.
Los
que lloran amargamente por la situación, los que critican sin cesar las medidas pero se esconden detrás de cualquier excusa endeble para no moverse de casa, los
que se ponen orejeras para no ver como vilipendian al de al lado, los que
cierran las contraventanas para no escuchar la agonía de su vecino. El que vive
bajo la máxima “virgencita que me quede como estoy”. El que miente bajo el
paraguas de la ignorancia mientras se alimenta de basura mediática. A vosotros
no os doy más crédito, se acabó, sois tan cómplices y partícipes como los
primeros pero en vuestro caso la bajeza, el cinismo y la mentira os coloca un
poco más abajo en mi escala moral.
Y
luego aquellos que de una forma u otra luchan cada día, con pequeñas acciones o manifestaciones más amplias, desde casa con un
ordenador, en la calle con la acción directa, en los puestos de trabajo, los
que participan en movimientos sociales, asociaciones, los que defienden a sus
vecinos, a las personas migrantes, a los más vulnerables, porque saben que la
grandeza de una sociedad más justa radica en el bienestar de todos, porque
saben que no se puede dormir tranquilo si sabe al de al lado sufriendo,
porque su felicidad y bienestar depende de la felicidad y bienestar colectivo.
Gracias a vosotros y vosotras que lucháis cada día de manera infatigable porque
anteponéis lo colectivo por encima de vuestras necesidades individuales.
Mañana
14 de noviembre yo estaré a vuestro lado, porque yo mañana hago huelga. Ni
trabajaré ni haré trabajar, ni compraré ni viajaré. Mañana miraré a los ojos a
mi hijo y sabré que estoy haciendo lo correcto, cumplir con mi deber, luchar
por él, y poder decirle el día de mañana que lo intenté, que estuve ahí.
Huelga
General Indefinida ¡Ya!
Salud
y República.
1 comentario:
Esperemos que esta Huelga sirva para que recuperemos algun derecho perdido
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