Cambio de tercio. Ayer le contesté vía twitter a Juan Luís Cano, la mitad de Gomespuma y le puse que les echaba de menos. Y me puse tontorrón. Iba en el coche con la radio puesta. Me acordé de aquellas mañanas (y las madrugadas de reposición) escuchando primicias y noticias noticiosas, pero básicamente recordando como esos dos lechones me metieron la radio por vena, como me enseñaron a asociar el ojo y la oreja para ver lo que escuchaba y a su vez para sentir como dos personas (con todos sus colaboradores) me podían llevar hasta ese espacio de charla, risas, información y compromiso. Porqué yo no estaba ya en el coche, ni en el autobús, ni paseando por la calle. Estaba con ellos a través de las ondas, estaba con ellos compartiendo el momento.
Y me acordé del calcetín lleno de mierda, busqué en el callejero la calle San Benito Vercibuelles, pensé que sería mucho más interesante un carrusel de bautizos y comuniones mientras esperaba los grandes premios. Me acordé de la cita diaria de Juan Luís para “sacar lo peor de si” y como El Guillermo le esperaba en el estudio, y como soltaba una breve carcajada cuando (supongo) le venía una ocurrencia a la cabeza, de esas que posiblemente no estaban escritas en ningún folio. Hasta acompañamos a Juan Luís en su reto de dejar de fumar. Pensé en como Cándida era, y seguirá siendo, la única que conseguía que sintieras ansia por ver una peli aún después de despedazarla en antena. Pero es que ningún crítico de cine es, ni será como ella, con esas valoraciones de madre entregada que lo mismo te dice que Leonardo Di Caprio parece buen chaval, como que le va a hacer un tupper de croquetas.
Hace tantos años que ni me acuerdo, pero ellos hicieron que la radio formara parte de mi vida. Y hoy leo sus libros y escucho sus recopilatorios y sonrío para mí. Y otras veces directamente me descojono. Y pienso como me enseñaron que se podía combinar la buena radio, con el entretenimiento, el compromiso, la cultura, la independencia, la solidaridad, la cotidianidad y el mundo normal. El mundo real.
Así que yo que se, que reitero mi nostalgia por esa panda de dos, y que manteniendo la esperanza de volver a disfrutar en torno a ellos espero con el soniquete… gomaespuma, gomaespuma, gomaespuumaaa yaaaa llegooooo….
2 comentarios:
Anda que no eran buenos! :D
Saludos!
Que grandes en telecinco, ese sketch del gitano y el cura me mata.
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