Ayer me limpie los chakras, el aura y el shen. Mi hermana me hizo una sesión de acupuntura, si a mi, al escéptico patológico, al gruñón con una propensión innata al cabreo. En realidad es que hubo una confabulación de hermanas contra servidor. La pequeña, más maja ella, resulta que está inquieta porque considera que un día me va a dar un flus al corazón o una úlcera al estómago porque me ve muy estresado. Y pobre, pues que se preocupa. Ya os contaré algún día cositas sobre ella, porque lo mismo se preocupa en plan tierno por su hermano, que persigue a truhanes a voz en grito cual juez Dreed. Brutal la evolución de mi hermanica en los últimos tiempos.
Pero bueno, que yo estaba hablando de mi aura, chakra y tal. En realidad la sesión de ayer era para equilibrar el shen, que si no recuerdo mal es algo como la psique. Porque luego está el shi que es la energía y eso no me lo quisieron estimular porque en mi caso creo que hay que caparla un poquito. El caso es que mi querida hermana, convertida en mi curandera mandarina particular me ensartó diecisiete agujas como está mandado. En la frente, en la cabeza, en las muñecas, en el pecho, piernas y pies. ¡Ah! Y detrás de las orejas que a la cachonda se le olvidó decírmelo y cuando me enteré me hizo una ilusión loca.
Bueno total y resumiendo. Hay algunas agujas que duelen, no mucho, pero el shen te dice que le darías un pellizquito de esos de abuela, de los que joden al acupuntador para que no se olvide de que el cuerpo que taladra es el tuyo vaya. La sensación una vez estás ensartado es curiosa, oscila entre la molestia inicial por los pinchazos, a la pesadez del cuerpo y al olvido del mismo. O yo estoy muy tarado, que lo estoy, o esto de pincharse relaja un montón. Pero me refiero a pincharse sin sorpresas, que algunos ya me dirán “joé ya ves tronco en los ochenta se pinchaban y relajaban un güevo….unos viajes….”. No. Mal. Eso caca. Me refiero a la acupuntura.
Que me ha gustado la experiencia y para alguien nervioso como yo igual le viene bien, así que aprovechando que mi hermana sabe de esto creo que me voy a sacar un bono. Lo malo es que de vuelta a casa se me cruzó un cabrón con su coche y me dieron ganas de patearle el chakra, el aura, las meninges y a la madre que le parió y se me fue la relajación a tomar por saco. Supongo que aún me hacen falta algunas sesiones. Y con el terapeuta también.
Pero bueno, que yo estaba hablando de mi aura, chakra y tal. En realidad la sesión de ayer era para equilibrar el shen, que si no recuerdo mal es algo como la psique. Porque luego está el shi que es la energía y eso no me lo quisieron estimular porque en mi caso creo que hay que caparla un poquito. El caso es que mi querida hermana, convertida en mi curandera mandarina particular me ensartó diecisiete agujas como está mandado. En la frente, en la cabeza, en las muñecas, en el pecho, piernas y pies. ¡Ah! Y detrás de las orejas que a la cachonda se le olvidó decírmelo y cuando me enteré me hizo una ilusión loca.
Bueno total y resumiendo. Hay algunas agujas que duelen, no mucho, pero el shen te dice que le darías un pellizquito de esos de abuela, de los que joden al acupuntador para que no se olvide de que el cuerpo que taladra es el tuyo vaya. La sensación una vez estás ensartado es curiosa, oscila entre la molestia inicial por los pinchazos, a la pesadez del cuerpo y al olvido del mismo. O yo estoy muy tarado, que lo estoy, o esto de pincharse relaja un montón. Pero me refiero a pincharse sin sorpresas, que algunos ya me dirán “joé ya ves tronco en los ochenta se pinchaban y relajaban un güevo….unos viajes….”. No. Mal. Eso caca. Me refiero a la acupuntura.
Que me ha gustado la experiencia y para alguien nervioso como yo igual le viene bien, así que aprovechando que mi hermana sabe de esto creo que me voy a sacar un bono. Lo malo es que de vuelta a casa se me cruzó un cabrón con su coche y me dieron ganas de patearle el chakra, el aura, las meninges y a la madre que le parió y se me fue la relajación a tomar por saco. Supongo que aún me hacen falta algunas sesiones. Y con el terapeuta también.
5 comentarios:
Ja, ja, ja, ja, ja, lo mejorcito del relato es el final con el cabronazo del coche, y hala, adios chakras, ja, ja, ja, ja... nada, nada, yo no estoy para esos trotes, prefiero mis dos cojones morenos, je, je, je...
SaLu2
Que garnde eres tio!!!!
Me parece a mi que 17 agujas son pocas, y miro que no entiendo de acupuntura. En el caso de terapeuta no lo dudes, aqui me tienes ademas tengo un tipo de terapia que a los dos nos vendria muy bien, cañoterapia la podemos llamar!!
No te irrites, algunos hemos intentado con el yoga y los últimos 20 minutos de relajación casi me como a la profe. Lo dejé porque el yoga me pone de los nervios pero no cejare en encontrar la forma de relajarme, poner la mente en blanco y resetearme para empezar como si nada, pero lo veo tannnnn difícil, este jodio mundo me tiene loca del coño con el tema de la política que nunca pude imaginar que me interesara tanto.
Turula, a mi no me importaria probar la acupuntura, mi chica hace reiki y parece una tonteria pero si surte efecto y eso que yo tambien soy esceptico o lo era en este sentido.
Yo me lo creo mitad y mitad; aunque también me gustaría probarlo. Tengo una amiga que una vez me vio preocupada y me dijo que tenía que descongestionarme el chakra corona, y yo no pude evitar cachondearme durante días, pero por otro lado ya he visto cosas sorprendentes en esta vida como para no plantearme que hay más cosas que las que se ven a simple vista. Muy divertida la entrada.
Publicar un comentario