Mañana Dani cumple un mes. Solo lleva un par de semanas en casa porque tuvieron que pasar 17 días para que las puertas del Hospital Madrid Montepríncipe se abrieran para despedir a "IncrediDani". Si nombro el Hospital es porque quiero agradecer publicamente la atención que nos han prestado todos y cada uno de los médicos y enfermeras del mismo.Han sido días un tanto complicados para nosotros. Empezando porque pensábamos dar a luz en el Hospital de Alcorcón, pero las cosas se precipitaron tras una consulta y nos dejaron ingresados en lunes 16 de enero. Visto como han transcurrido las cosas, no me arrepiento de haber estado allí. El trato profesional de todo el personal ha sido muy bueno, nos han dado la información en su debido momento y se han ocupado mucho y muy bien de Daniel.
Hasta ahí todo perfecto, cada cual cumple con sus obligaciones, realiza su trabajo, que para eso nos pagan. Yo quiero agradecer el trato humano que nos han brindado. La primera semana de ingreso, en la cual madre e hijo estaban ingresados, una en planta y el otro en la UCI, fue muy dura. No pudimos disfrutar del enano porque se lo llevaron a observación para iniciar el estudio que concluiría el jueves 2 de febrero. En realidad nos plantamos en miércoles 18 con la sensación, triste y frustrante, de que nada había salido ni por asomo como esperábamos. Había estado nueve meses fantaseando con el momento más feliz de mi vida, y en apenas 30 horas pasó todo de forma tan imprevista, que me dejó una sensación agridulce, sensación que por supuesto se borró de un plumazo en el momento en el que se abrieron las puertas del quirófano a las dos de la mañana, y le sacaron a él envuelto en una manta eléctrica.Decía que esa semana fue dura, especialmente el miércoles 18. Tuvimos la suerte que en esos momentos de mierda (he buscado en el diccionario una bella palabra que ilustre más finamente mi sentimiento pero no doy con ella) nos encontrábamos atendidos por un equipo de enfermeras y doctores espléndido. Quiero resaltar el trabajo de ellas, de las enfermeras, que se pusieron a nuestra disposición, sobretodo atendiendo a Lorena, con un cariño que va más allá de la estricta profesionalidad.
No puedo decir mucho más, un agradecimiento sincero se ilustra perfectamente con un "gracias" si es sentido.
Hago extensible el agradecimiento a todos los que os habeis preocupado por nosotros, ha sido muy importante. Gracias.