No, si ahora resultará que el tipo este es un ejemplo. Deban andar de guasa. Es decir, ¿el señor Pons realmente miraría a los ojos de su hijo y le diría “hijo, de mayor me gustaría que fueras como Francisco Camps. Ni la madre Teresa, ni Gandhi, no. Lo que de verdad te hará respetable desde el punto de vista moral y de dignidad será ser como tito Camps”? Y digo yo que de paso le regala a su retoño unas gafas de sol (patrocinadas por tito Fabra) y una recortada (patrocinada por tito Corleone).
Pues yo que quieren que les diga. Para mi hijo espero otros modelos. Llamadme escrupuloso si quieren pero es que no me imagino tal frase saliendo de mis molares. Claro que yo ni soy ni nunca he sido un tipo tan digno y respetable como Francisco Camps, ni siquiera tengo la capacidad explicativa del señor Pons. Qué dicción, que oratoria pardiez…
Pero oye que en un momento dado me puedo relajar y establecer modelos ejemplares al estilo Pons. Que se yo, le puedo decir a mi vástago que trate a sus semejantes como lo hizo otro ciudadano ejemplar, Pinochet por ejemplo.
- Hijo mío, ¿te molesta el negro de mierda, inmigrante parásito del pupitre de al lado? No te preocupes que le gaseamos y nos hacemos unos jaboncitos con su grasa corporal. Pasando de la manta de pelos que como es negro seguro que el tejido rasca.
- Si papi, vamos a hacer eso, y después me llevas a casa del tito Camps que me ha dicho que me va a dar clase de contabilidad y de oratoria grandilocuente. También hacemos ejercicios cara al espejo espetando calificativos magnánimos mientras nos ponemos cachondos.
Francamente no me veo. Llamadme raro, pero es que no quiero que mi hijo tenga mucho dinero, no quiero que sea poderoso. Solo deseo que sea buena persona y que sea feliz. Me da a mí en la nariz que el señor Camps, Pons y todos esos mierdas que amparan la corrupción no saben mucho de esto. Y mira que lo siento por sus hijos.
Pues yo que quieren que les diga. Para mi hijo espero otros modelos. Llamadme escrupuloso si quieren pero es que no me imagino tal frase saliendo de mis molares. Claro que yo ni soy ni nunca he sido un tipo tan digno y respetable como Francisco Camps, ni siquiera tengo la capacidad explicativa del señor Pons. Qué dicción, que oratoria pardiez…
Pero oye que en un momento dado me puedo relajar y establecer modelos ejemplares al estilo Pons. Que se yo, le puedo decir a mi vástago que trate a sus semejantes como lo hizo otro ciudadano ejemplar, Pinochet por ejemplo.
- Hijo mío, ¿te molesta el negro de mierda, inmigrante parásito del pupitre de al lado? No te preocupes que le gaseamos y nos hacemos unos jaboncitos con su grasa corporal. Pasando de la manta de pelos que como es negro seguro que el tejido rasca.
- Si papi, vamos a hacer eso, y después me llevas a casa del tito Camps que me ha dicho que me va a dar clase de contabilidad y de oratoria grandilocuente. También hacemos ejercicios cara al espejo espetando calificativos magnánimos mientras nos ponemos cachondos.
Francamente no me veo. Llamadme raro, pero es que no quiero que mi hijo tenga mucho dinero, no quiero que sea poderoso. Solo deseo que sea buena persona y que sea feliz. Me da a mí en la nariz que el señor Camps, Pons y todos esos mierdas que amparan la corrupción no saben mucho de esto. Y mira que lo siento por sus hijos.
